Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

97 En lo que refiere al género de estos programas televisivos, se trata de un híbrido entre los géneros reality show y talent show , según los autores Andacht y Marquioni (2016) “ existiría entonces un híbrido entre reality y talent en el éxito, y ambos elementos componen la receta que mezcla genuinas habilidades culinarias (talent) con el comportamiento programado y esperable del género telerrealidad (reality) ” (p. 8), lo que contribuye a explicar su éxito. Otro factor a considerar es el aspecto glocal del género y sus formatos (Andacht, 2003, p. 11), lo cual implica una mezcla de elementos de carácter global (por el uso de un mismo formato vendido como franquicia en muchos países) y locales (las características de cada país en el que se emite el programa). Puede verse un ejemplo en MC cuando se les exige a los concursantes realizar platos típicos en lugares emblemáticos para cada país. En MCU , cocinan en el tradicional Hotel del Prado o el popular Museo del Carnaval, entre otros lugares característicos de Montevideo. Lo cual a su vez, pone en evidencia la representación cultural desde los medios. La relevancia de los medios de comunicación a la hora de generar identidades que conforman lo esperado por la sociedad puede estudiarse mediante la noción de imaginario social propuesta por Andacht (1992). En su descripción, Andacht (1992, pp. 15-17), utiliza el concepto de imagen , en tanto elemento posibilista para presentar de algún modo a los individuos de un determinado territorio. Por tanto, esta definición correspondería a la categoría fenomenológica que Peirce (CP 1.534) denomina primeridad , ya que atañe al universo de la posibilidad como lo explica aquí: Otros tres tipos de primeridad que surgen de una manera algo similar, a saber, la idea de una simple cualidad original, la idea de una cualidad es esencialmente relativa, como el ser “ una pulgada de largo ” ; y la idea de una cualidad que consiste en la forma en que se piensa o se representa algo, como la cualidad de ser manifiesto. (CP 1.534) Sin embargo, el término imaginario social , según Andacht (1992), posee también una dimensión general, que estipula los límites de lo que un sujeto puede parecerle adecuado o no, es decir, los límites de la plausibilidad. Así, el imaginario social tiene la función de “ decidir qué es lo natural, la norma que rige nuestra vida, en cada ocasión vital ” (p. 157). Si tomamos este aspecto en consideración, vemos que corresponde a la categoría de la terceridad (CP 5.121), pues implica el establecimiento de normativas y leyes. En el ámbito de la interacción, este marco me permite establecer una similitud con la definición de idealización propuesta por

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