Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos
90 Con base en los análisis actanciales, el amarre se presenta como una opción que concuerda con la idea de dominación, permitiendo conseguir el amor a través de un medio que ofrece soluciones — y que exime de la responsabilidad de sus acciones al consultante — . Así, el amarre puede entenderse como un medio que cobra popularidad en la santería. Aunado a lo anterior, existe una creencia previa establecida entre quienes acuden a este tipo de rituales, como creer en la fe más que en la ciencia, la existencia de personas con poderes psíquicos, las limpias para tratar enfermedades, así como la existencia de medios metafísicos para intervenir en los procesos sociales y naturales. De no ser por estas nociones, la simple idea de acudir a un santero no cobraría sentido y el ritual del amarre no se llevaría a cabo. Con base en el análisis estructural y pragmático, las condiciones para que se asegure el acuerdo entre mediador y consultante se muestran en la tabla 4. Por otra parte, el análisis pragmático permitió identificar el proceso de razonamiento con el cual mediador y consultante entran en el intercambio sígnico a consecuencia de un motor abductivo que genera interpretantes comunicativos, los cuales permiten la fijación o reforzamiento de una creencia, ya que en el amarre no se transmiten objetos empíricos como tales, sino pensamientos que propician interpretantes. Si en el diálogo ambos agentes correlacionan con amplias semejanzas los mismos referentes, se produce la sensación de haber cumplido con el ritual; o sea, cuando se ha generado un nuevo hábito de pensamiento que lleva a un comportamiento distinto. Peirce propone cuatro métodos a través de los cuales se fija una creencia (Peirce, 2012, vol.1, pp. 157-171). En el caso del presente trabajo, parece suceder uno de ellos: el
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