Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos
84 Por otro lado, el consultante parte de un proceso abductivo inverso al del mediador, como se muestra en la tabla 3. El ritual propicia un proceso de razonamiento abductivo que comienza con los casos que el mediador sugiere; mientras, el consultante infiere inductivamente los resultados de dichos casos. Esto puede propiciar dos posibilidades: el mediador guía las ramificaciones lógicas a través de la narrativa para convertirlo en una regla como interpretante final 14 ; o bien, el mediador lleva la regla (tabla 2) por los caminos necesarios para convertirla en un interpretante comunicativo y constituirse como una creencia compartida, resultado de una deducción que ambos hicieron. Como se mencionó en el análisis narrativo, en el caso del amarre, el mediador muestra los conflictos a través del intercambio sígnico, ya que, si todo inicia como verdades sobre el consultante por parte del mediador, el consultante puede resistirse a lo dicho por aquel, ya que pudieran no parecerle consecuentes. Por ello, la consulta siempre es el primer paso. En 14 Para fines de esta investigación, independientemente de la discusión acerca de si existe o no como fenómeno, se concibe al interpretante final en términos analíticos, cuya categoría se observa con el argumento .
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