Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos
77 Con base en los anteriores enunciados, la definición operativa del amarre, las entrevistas y la investigación de campo, es posible exponer los siguientes cuadros actanciales. En la figura 2, el consultante es quien se muestra en la función actancial del sujeto y su objeto de deseo es alguien que busca sea su pareja — a quien denominaremos Amarrado 13 — . El Sujeto tiene como Destinador la dominación del Objeto, pues busca ir en contra de la voluntad del amarrado para modificar su comportamiento (por ello se le denomina Amarrado) y, así, obtener estabilidad — sea psicológica, económica o social — , la cual cumple la función de Destinatario. Para lograr su objetivo, el Sujeto busca la intervención de un tercero para asegurarle con certeza que podrá tener éxito; en este caso, es el Mediador, quien cumple la función de Ayudante. A través de su intervención, el Mediador busca eliminar o modificar cualquier tipo de proceso que tenga la función de Oponente, que puede encontrarse tanto en las relaciones del entorno del Consultante como en sus procesos internos. Antes de continuar es necesario aclarar que cuando el consultante se acerca al mediador, este último le dice al primero quiénes son sus enemigos y a quiénes se debe eliminar, agrupados con el nombre de entorno . Antes del encuentro, el consultante no sabe con claridad qué o quiénes le impiden lograr su objetivo. Por eso, las designaciones sobre el entorno son realizadas por el mediador, quien generalmente hace que recaigan en familiares, amistades, conocidos o personas que tengan alguna relación directa o indirecta con el consultante. 13 Los términos consultante y amarrado son utilizados en la presente investigación para designar operativamente las funciones actoriales que desempeñan, ya que, por ejemplo, en la figura 4 la familia no ve al consultante como consultante, sino como su familiar, y al amarrado como alguien que le produce daño a su familiar.
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