Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

71 del catolicismo español, del espiritismo francés y de algunas prácticas religiosas prehispánicas (González Torres, 2009). La santería parte de la idea de un mundo invisible separado del mundo de los seres humanos. Así, plantea “ la creencia de un Dios creador que gobierna el universo y se llega a él a través del culto a los orishas, quienes fungen como intermediarios con el hombre ” (Narváez, 2018, p. 3). De este modo, se advierte que los mundos se relacionan por intercambios al solicitar favores, entregar ofrendas o cumplir con ciertas acciones para satisfacer los deseos de agentes metafísicos — ya sean orishas, espíritus de muertos, ancestros o, en algunos casos, demonios — . Así, entre los adeptos a la santería, pareciera que se establecen ideas y disposiciones, a realizar un tipo de comportamiento, que funcionan como reglas generales para realizar rituales con efectos visibles en la vida cotidiana (Narváez, 2018). Entre los rituales de la santería se encuentran los amarres. De acuerdo con esta religión, el amarre es un tipo de ritual para asegurar la permanencia, amor y fidelidad del ser deseado. Especialmente, es encomendado a Oshun — orisha encargada de las cuestiones del amor — para que mediante los amarres modifique o fuerce el destino y el comportamiento del ser deseado (Lisocka-Jagermann, 2014, p. 55). Antes de hacer un amarre, los santeros consultan el tarot, o las caracolas, para corroborar cuál es la situación de las personas involucradas en la relación (Entrevistamos a un experto en ‘ amarres de amor ’ , 2013, pp. 9-10; Lisocka-Jagermann, 2014, p.55). En este sentido, los resultados de un amarre, supuestamente, podrían verse cuando la persona deseada ya se encuentra con el consultante 11 . Si el amarre supone un cambio de voluntad en una persona específica para vincularla afectivamente con otra, a partir de injerencias metafísicas difíciles de comprobar empíricamente, ¿por qué las personas de la Ciudad de México creen en este ritual para obtener una pareja? Pensar que es posible una atracción afectiva por parte de un agente A sin un contacto directo con un agente B, implica basarse en una forma específica de razonar que lleva al agente B a desear realizar el ritual y actuar con la intención de lograr un objetivo. En este sentido, y basados en los postulados de la semiótica pragmática de Charles Sanders Peirce, cabe preguntarse ¿cuáles son las concepciones que subyacen y permiten que el ritual 11 El término consultante se utilizará para referirse a las personas que solicitan ayuda a entidades metafísicas para solucionar sus problemas, al acudir a consulta con alguien que afirma tener la capacidad de mediar entre lo metafísico y lo terrenal.

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