Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

66 como irrecuperable (es habitual que una fachada pintada una y otra vez para liberarla de la invasión de tags termine colonizada nuevamente por ellos). La condición de productividad territorial del grafiti de firma tag es otra diferencia con las demás textualidades del grafiti. Mientras el mural, la pieza bomba, la leyenda y la imagen crítica pueden ser descontextualizados (es lo que sucede al trasladarlos al museo, a la galería y a las residencias de los coleccionistas) o puede someterse a territorialidades institucionales (las zonas “ liberadas ” por las autoridades de la ciudad como forma de política cultural de desarrollo de las culturas juveniles o populares, donde se puede grafitear sin consecuencias legales), el tag es mucho más resiliente a esta forma de dominio territorial. Su identidad semiótica está tan vinculada a su capacidad para generar territorialidades subversivas e irreverentes, que el grafiti de firma tag pierde todo su sentido al ser descontextualizado o al ser circunscrito a un espacio vigilado. Esto permite sospechar que el tag es un dispositivo de producción de territorios diferenciales, donde entran en pugna las regulaciones institucionales (la propiedad, por ejemplo) con las semiosis apropiadoras de subjetividades anónimas y fantasmagóricas. Conclusiones El ámbito urbano es un ecosistema material, económico, político, social y cultural ordenado según múltiples tramas de territorios duros y blandos. Nuestra experiencia de esta complejidad espacial es corporal, pero nos orientamos en ella a través de la vista. Dicho de otro modo, no hay espacialidad urbana sin una visualidad que nos permita conocerla y movernos por sus recovecos y grandes superficies. La visualidad urbana adquiere la forma estereotipada del paisaje, que regula lo que vemos y cómo lo vemos, pero especialmente, el punto de vista desde donde vemos. Esto es lo que tienen en común el paisaje y la subjetividad, ambos implican y construyen activamente un lugar privilegiado desde donde conocer el mundo (el entorno físico y el contexto cultural). El paisaje y la subjetividad son productividades que se expresan en textos que comunicamos a los demás y a nosotros mismos. En ese sentido, puede afirmarse que paisaje y subjetividad son textualidades que se producen al producir el ecosistema urbano, y por lo tanto, generan los territorios que dan extensión, fronteras y profundidad sociosemiótica a la ciudad. Todo grupo social privilegia territorios regulados (que es lo mismo que decir paisajes normativizados y subjetividades normalizadas), que ocultan y resisten toda expresión

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