Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

143 Los signos que configuran el ámbito audiovisual de nuestra sociedad y que interpretamos como cargados de sentido son parte de un proceso que empieza con un componente cualitativo y posibilista, con el color/sabor de la mediación. En eso consiste la incesante operación creativa indeterminada (Castoriadis), y la presencia del elemento fenomenológico espontáneo y original (Peirce) mediante los cuales alguna cualidad absoluta se materializa para ser transportada por un signo simbólico. ¿Cómo puede ser descrita como espontánea y libre una creación publicitaria inverosímil y ofensiva para todos quienes la ven y la rechazan? La elección de las cualidades que describí arriba como ejemplos consumados del kitsch cultural contemporáneo no carece del sabor/color semiótico, pues incluye en su génesis ese matiz que habrá de destruir el pretendido mensaje pacífico de auspiciante de la lucha por los derechos civiles. La “ capacidad de evocar una imagen ” que Castoriadis (1989b, p.43) llama imaginario radical, no sólo trae al mundo signos que abren nuevas vías para pensar y sentir, sino también aquellos que apuestan a lo consabido, esos que corren el riesgo de no correr ningún riesgo, y a veces, de modo didáctico terminan por naufragar en un edificante mar de rechazo social.

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