Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

134 El sabor y el color de la mediación: una clave semiótica para el imaginario social Fernando Andacht Universidad de la República (Uruguay) Elementos para un enfoque semiótico y triádico del imaginario social Lo que he denominado, desde 1964, el imaginario social – término retomado desde entonces y utilizado sin ton ni son -, y, más generalmente, lo que llamo el imaginario, no tiene nada que ver con las representaciones que habitualmente circulan bajo ese nombre. (Castoriadis, 1989, p. 29) Aunque el uso frecuente del término imaginario social puede rastrearse en la obra de ilustres pensadores, se ha vuelto común su uso académico sin citar fuente alguna. 36 Sintomática de la vigencia de este concepto teórico es la aparición, en 2015, de una publicación internacional dedicada a su estudio: Social Imaginaries . Sin minimizar el aporte de la filosofía y del psicoanálisis para caracterizar teóricamente el imaginario, 37 su utilidad para el campo comunicacional requiere una mayor elucidación epistemológica. Para estudiar la noción de imaginario social, continúo una investigación que comenzó hace más de dos décadas (Andacht, 1992a; 1996), con el análisis de productos mediáticos considerados representaciones de la ideología hegemónica uruguaya o mesocracia , (Real de Azúa, 1964). 38 Esa línea de trabajo prosiguió en varios artículos (Andacht, 1995; 1996b; 1998a,b; 2002a; 2002b; 2003a,b; 2004c), cuyo marco teórico y metodológico reúne la semiótica perceana y el estudio de la comunicación mediática uruguaya, pues esa conjunción ofrece un acceso privilegiado al conocimiento sistemático de la matriz ideológica nacional. Hay interés 36 Desde la antropología, Strauss (2006) propone una evaluación crítica de esta popularidad acompañada de vaguedad en su alcance, mediante la consideración de diversos aportes teóricos tradicionales a la teoría del imaginario social, tales como el ethos cultural (Castoriadis), la fantasía (Lacan) y los modelos culturales (Taylor). Ella relaciona este último aporte con la noción de las “comunidades imaginadas” propuesta por Anderson (1983), como central en su análisis del surgimiento de la nación moderna en el siglo XIX. 37 Remito a la obra del filósofo y psicoanalista Castoriadis (1989a), La institución imaginaria de la sociedad. Vol. 2 . También cabe mencionar el texto “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” de Lacan (2009), y la obra de Taylor (2004), Modern Social Imaginaries . En la literatura en español y latinoamericana, destaco la obra de García Canclini (1999), La globalización imaginada , y el ambicioso proyecto del investigador colombiano Silva (2006) sobre Imaginarios Urbanos , 38 Desde la ciencia política, un estudio valioso es el de Perelli y Rial (1986), que fue publicado el año en que retornó la democracia a Uruguay, tras 12 años de dictadura militar (1973-1985).

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