Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

13 lo social. Y lo que viene después es otra batalla a librar. En este caso, con la ayuda de la escritura. De la máquina de escribir que es la literatura. El miedo que de a poco se va elaborando como lejano, deja sin embargo una huella indeleble. Es imborrable para el sujeto social y aparece siempre como trauma, como suceso olvidado en apariencia que se reactiva ante cualquier amenaza. Si revisamos la historia, y en esto vine en nuestra ayuda el libro de Jean Delumeau , El miedo en Occidente (2017) históricamente los hombres, las sociedades, han tenido miedo al hambre, a la peste, a las persecuciones, a otros hombres y mujeres (del propio territorio o extranjeros) y a la guerra. ¿De qué hablamos cuando hablamos de pensar el miedo situándonos en las culturas actuales? El primer problema que suscita el hablar de miedos es el de encontrarnos envueltos en un universo que parece poco disponible a una teorización conceptual porque está plagado de imágenes y de una sensibilidad que a diario nos interpela. No es el conocimiento racional sino la emoción la que nos lleva a asociar miedo con peligro, pesadillas, temores, desarreglos y hasta con un desorden turbio que amenaza nuestro apacible estar, cuando de pronto éste “ pende de un hilo ” para usar una metáfora de la vida cotidiana. Desde el punto de vista teórico, estamos ante un campo heterogéneo donde conviven enfoques diversos. No tenemos desde la Semiótica ni desde la Teoría de los Discursos un conjunto coherente de herramientas conceptuales y los desarrollos teóricos pertenecen más bien al ámbito de la sociología, de la psicología y más actualmente de las neurociencias. Y el término es polisémico y utilizado de modo diferente por distintos discursos en el ámbito social: el político, el mediático, el académico, por eso hay que hacer un esfuerzo de conceptualización. En primera instancia creo necesario definir la categoría en discusión. ¿Qué es el miedo? ¿Un sentimiento, una emoción o una construcción cultural? En realidad es todo esto. Antonio Damasio (en Punset, 2008) nos dice que es en principio un sentimiento que se transforma de manera compleja en una emoción (escucho un ruido, me asusto, decido correr). El conjunto de reacciones ante un sentimiento como el del miedo, construyen la emoción del miedo, emoción individual que puede convertirse en emoción social (escucho aviones, nos asustamos, corremos al refugio). Interesante planteamiento que nos sirve de base aunque acá buscamos una conceptualización semiótica del miedo entendido

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=