Estudios y reflexiones desde entornos latinoamericanos

123 decir, un signo equivalente más desarrollado ante la mente de quien interpreta. El sentido tiene entonces una orientación y aspira a ser reconocido e interpretado dentro de un rango de posibilidades. El objeto antecede al signo (representamen) y le da forma (el valor referencial); el interpretante se conforma al signo del que procede y, al ser él mismo un signo, recomienza todo el proceso generativo de semiosis. Peirce parte de tres categorías fundamentales que sostienen el desarrollo de todo su sistema lógico, tres dimensiones faneroscópicas que conviene precisar: primeridad , o el ser de la posibilidad cualitativa ( qualia ); segundidad , o el ser de lo real actual; y terceridad , o el ser de la ley pasible de gobernar los hechos futuros (CP 1.23). Todo signo evoca la cosa significada por asociaciones de semejanza, de contigüidad o de generalidad, y determina, a su vez, tres modalidades de representación en virtud de atributos vinculados a cualidades; a lo existencial; a lo regular. Según qué tipo de asociación prevalezca en la relación con el objeto, se pueden reconocer respectivamente tres tipos de signos, indispensables en todo razonamiento: icónicos, indiciales y simbólicos. “Yo también soy” 30 . Más allá de las desafortunadas derivas biográficas de Peirce y Mijaíl Bajtín (impedidos ambos de gozar del prestigio de sus ideas, aunque en distintos grados de adversidad), interesa consignar aquí las afinidades teóricas entre ambos que permiten esbozar un encuadre sociosemiótico común y consistente para el análisis discursivo del imaginario social. En primer lugar, corresponde señalar la franca oposición de ambos a la concepción solipsista del conocimiento de raíz cartesiana. La noción dialogista del discurso que expone el Círculo de Bajtín postula como uno de sus presupuestos fundamentales la condición eminentemente social de todo signo. Desde esta perspectiva, ningún texto o discurso se genera en el vacío social por generación individual ni espontánea, puesto que “ no hay vivencia por fuera de su encarnación sígnica ” (Voloshinov 31 , 1929, p.120). Por consiguiente, el involucramiento de 30 Yo también soy: fragmentos del otro (Bajtín, 2015) es el título de una compilación de artículos sobre la otredad escritos por Bajtín. Textos seleccionados, comentados y traducidos por Tatiana Bubnova. 31 La autoría de los textos de Bajtín todavía es objeto de controversia, puesto que la persecución estalinista impidió que el filósofo firmara muchos de sus escritos. Se presume que entre esos trabajos está Marxismo y filosofía del lenguaje (1929), publicado por su discípulo Voloshinov. Debido a que la discusión excede largamente los alcances de este trabajo, en el texto se hablará indistintamente de Bajtín o Voloshinov, asumiendo una correspondencia entre las ideas de ambos. Esta decisión es justificada por Mancuso (2005). Por la tesis contraria, véase Bota y Bronckart (2010).

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