Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Buscando la regularidad migratoria en los márgenes del Estado – 95 comunicarse con estos “empleadores”. Otras veces el contacto se hacía a través de desconocidos en la calle y afuera de servicios públicos, que se acercaban en el centro de Santiago para ofrecer “asesorías de migración” las cuales incluían servicios de venta de contratos. Revisando los contratos con ellos en sus casas, algunos empleadores que aparecían en ellos eran extranjeros, contratándolos en empresas constructoras, talleres mecánicos y servicios de aseo. De esta forma, quienes vendían contratos de trabajo para postular a una visa de trabajo funcio- naban como intermediarios entre estas migrantes y los servicios de extranjería del Estado siendo haitianas y haitianos sus principales compradores, generando mecanismos de postulación a visas altamente diferenciadores. Dayana, una mujer haitiana recién llegada a Chile, siguió los consejos de su primo Pierre, con quien compartía una pieza en una residencia ubicada en una población cercana al centro de Santiago, para postular a la visa temporal: “así es como lo hacen todos”. Comunicándose en creole haitiano a través de su teléfono celular con una persona que conocía su primo, llegó hasta una oficina en el cen- tro con su pasaporte para obtener un contrato de trabajo por 60 mil pesos. En la oficina, se encontró con el empleador de su contrato, un residente extranjero de 40 años, quien tenía una empresa constructora donde ella trabajaría de “jornale- ra” a tiempo completo y por el sueldo mínimo. El hombre redactó el contrato en su computador, ingresando la información de Dayana (pasaporte, nacionalidad, fecha de nacimiento, dirección en Chile), lo imprimió y se lo mostró para que revisara que sus datos estuvieran correctos. Dayana, recién llegada y sin saber español, no pudo leer bien qué decía el contrato, pero confiaba en los consejos de su primo y en la persona que les había hecho el contacto. Con el contrato in- definido de trabajo y legalizado ante notario, Dayana se dirigió a una oficina de asesorías para la obtención de visas donde le ayudaron a preparar su postulación a la visa temporaria por motivos laborales por 50 mil pesos. En esta oficina, la atendió una mujer, quien llenó un formulario con la información del pasaporte de Dayana, su tarjeta de turismo, y el contrato de trabajo recién adquirido. Dayana, y muchos otros migrantes, compraron un contrato para enviarlo con su postulación a la visa entre el 2016 y 2017. Para ello, recurrieron a la ayu- da y servicio de diferentes agentes intermediarios quienes operaban frente a la necesidad de migrantes de obtener documentos verdaderos o falsos, traducir certificados, llenar formularios de postulación y navegar exitosamente la políti- ca migratoria chilena. De acuerdo a los registros del Departamento de Extran- jería y Migración, entre 2016 y 2017, se detectaron 45.000 contratos falsos en los procesos de postulación a visa, el 73% de ellos correspondía a postulantes de nacionalidad haitiana (dem, 2018a). Consideradas víctimas de redes informales

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