Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Intervención social con migrantes en zonas extremas – 59 con ellas de los controles con matronas, y creo que son mucho más adherentes que las propias chilenas, entonces no creo que hayamos tenido esos inconvenientes”. (Médi- ca, Chile Chico, 2018) Estos estereotipos pueden ser percibidos en el racismo presente en los dis- cursos de las interventoras sanitarias y en la visión hetero-patriarcal que asume una conexión directa entre el cuerpo de las mujeres, su posición socioeconómica y la carga de acciones preestablecidas en relación a su grupo cultural, cuestión que no sucede con mujeres inmigradas de otras nacionalidades. En la región ope- ra densamente la frontera entre mujeres migrantes/mujeres extranjeras, donde las últimas son sujetos deseados en su condición de clase, como se ve a continua- ción: “Más que entre latinoamericanas, con las europeas… que son pocas, pero que siem- pre hay, y que tienen, obviamente, todos los privilegios por sobre alguien de Repú- blica Dominicana, desde la educación hasta el color de la piel, todo eso influye en las dinámicas sociales… ahí hay dos prejuicios diferentes que interactúan también, por ejemplo, el tema del color de la piel es el más heavy, pues si eres una mujer negra, en seguida opera el prejuicio de que es prostituta, aunque no lo sea.” (Profesional prodemu, Chile Chico, 2018) En los discursos de las personas interventoras se rastrean rasgos de un ra- cismo institucional (Aguilar y Buraschi, 2012), entendido como el conjunto de políticas, prácticas y procedimientos que afectan a determinados sujetos sociales ubicándoles en posiciones de desigualdad en la hipervisibilización de sus diferencias. Este racismo se expresa a partir de rumores y estereotipos respecto de ciertas nacionalidades y a partir de una diferenciación cultura- lista y de clase: “colapsan el sistema”, “no aprenden castellano y deberían ha- cerlo”, “son pobres y allá vivían en condiciones peores”, “tienen costumbres extrañas sobre enfermedades”. Este proceder, por un lado, reifica a determi- nados países como más o menos sensibilizados sobre los cuidados de salud y, por ende, más o menos desarrollados; y por otro, a ciertos estratos sociales y económicos como culpables de que el sistema en la zona no de abasto. En la región de Aysén el racismo institucional se evidencia a través de discursos, comportamientos y prácticas expresadas en la cotidianidad. Así asistimos a expresiones racistas donde la nacionalidad emerge como principal factor de diferenciación.

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