Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Intervención social con migrantes en zonas extremas – 53 muchos especialistas como en otros lugares y eso puede generar creo yo, alguna ex- pectativa en los migrantes y a lo mejor eh, van a ver que hay algunas limitaciones”. (Asistente Social cesfam, Coyhaique, 2018) “(… ) pero sí, el servicio es difícil, por lo menos no hay especialistas, no hay un pe- diatra, no hay un otorrino, o sea sería genial que aquí hubiera especialistas, sobre todo para los niños, un pediatra pienso yo es sumamente importante porque aquí hay cantidad de niños que de verdad necesitan. No es lo mismo, no estoy diciendo que el médico general sea malo, pero que es general, muchas veces no llegan”. (Mujer venezolana, Chile Chico, 2018) Asimismo, la población migrante expresa su preocupación por el constan- te tránsito de profesionales recién egresados, con poca experiencia profesional, poco capacitados en el uso de tecnología médica y la inexistencia de médicos de cabecera y especialistas. Esto genera dificultades en el seguimiento de los proce- sos de atención y la sensación de ser “conejillos de indias” frente a la baja oferta de especialistas y personal profesional. “(… ) que los médicos acá llegan nuevos, o sea son recién graduados, aprenden y se van, sí, y entonces siempre hay médicos nuevos, y siempre son recién graduados, y entonces el pueblo es el conejillo de Indias, porque puro recién graduado, y no sé si hay una persona, como se dice, un médico como de cabecera, que sepa, entonces, yo creo que habiendo eso, y la gente se queja mucho tiempo de que hay aparatos en el hospital moderno y que no se saben usar”. (Mujer venezolana, Chile Chico, 2018) Una de las barreras esgrimidas constantemente desde las personas funciona- rias es la idiomática, quienes la catalogan como una de las principales falencias para la correcta atención, especialmente con la población haitiana. El acervo en esta consideración en gran parte de las entrevistas nos habla de un proceso de racialización que está operando en la zona y que se reifica en los discursos de los servicios. De esta manera, se homogeniza la idea de “migrante” a “población hai- tiana”, sin considerar que en la zona conviven otras personas de otras nacionali- dades y que el peso demográfico de las y los haitianos es ínfimo: sólo 35 personas haitianas tienen residencia habitual en la región de Aysén, lo que representa un 0,03% del total de la población residente en toda la región (ine, 2018). “La principal barrera que tenemos con ellos es el idioma, en eso hemos tenido serios inconvenientes porque han llegado familias sobre todo de Haití que no hablan es-

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