Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Intervención social con migrantes en zonas extremas – 51 acorde a lo que sucede a nivel país, genera brechas de acceso mediadas por la po- sición socioeconómica de la persona migrante. A esto se suman las dificultades de acceso a especialidades médicas en la zona, la lejanía física y el costo económi- co de traslados para acceder a centros con mayor cobertura, como se evidenció en las zonas de Chile Chico y de Puerto Aysén. “Aquí mejor no enfermarse. Vas al hospital y te toca un médico recién egresado, que duda todo el rato y te da exámenes que no puedes pagar… y qué te dan: ibuprofeno y paracetamol. Te desmayas: ibuprofeno y paracetamol. Te duele la barriga: ibuprofe- no y paracetamol… y así. Para qué ir si sabes que no te harán nada. Las emergencias para salir de Chile chico son imposibles… los costos son altos o pagas avioneta o trans- bordador y bus hasta Coyhaique y a ver si logras atención con especialista en medio año. Las personas extranjeras ¿vamos a poder pagar eso? Y luego que te miren mal porque eres migrante” (Entrevista mujer venezolana, Chile Chico) “Si pides hora te dan para X fecha en el sistema público. Pero si tienes dinero, como el hospital funciona algunos días como “privado”, entonces puedes pagar y el mismo médico que atiende en el sistema público, mandándote a esas largas listas de espera, algunos días sub-alquila su box y atiende de forma privada. Te atiendes de forma rápida, pertinente, te da tus recetas y diagnósticos. Todo fácil. Pero no todas las personas migrantes pueden pagar eso, entonces toca esperar y además hacen diferen- cias”. (Mujer colombiana, Coyhaique, 2018) Una dificultad que se percibe desde las personas funcionarias refiere a la es- tructura programática y horaria del sistema de salud. Los horarios de atención en consultorios y hospitales no se adecúan a los horarios disponibles por las y los usuarios migrantes, teniendo que esperar a que los síntomas se intensifiquen para recurrir a atenciones de urgencia u hospitalaria. Esta situación ha ido ali- mentando un imaginario negativo desde algunos/as profesionales respecto de la adherencia de personas inmigradas a los controles de salud, sin considerar que un sector importante de dicha población desarrolla extensas jornadas laborales. Por tanto, las formas de inserción sociolaboral de un sector importante de perso- nas inmigradas en la zona –algunas jornadas muy intensivas y bajo condiciones precarias– inciden directamente en que puedan acceder en los formatos rígidos del sistema de salud. “Ellos habitualmente vienen con un proyecto migratorio que es realizar una tarea para reunir dinero y enviar a su familia, entonces gran parte del tiempo lo dedican

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