Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Habitando e imaginando desde un Santiago pluricultural segregado – 37 Los entrevistados no consideran la opción de retornar a menos que la situa- ción política-económica de Venezuela realmente mejore. Evalúan que haberse venido a Chile fue una buena opción. Al mismo tiempo, existe una indecisión sobre una nueva migración, debido a todo lo que ha costado asentarse, junto a los bienes materiales adquiridos en el proceso, lo que les impide desligarse de lo que han construido en Chile, ya que significaría empezar nuevamente desde cero, a lo que no están dispuestos. Como dice Luis, ya está establecido: “Mira, irme a otro país… Siempre me llamó la atención Europa y me gusta mucho, y siempre me ha llamado mucho la atención Europa. Si es por mí, encantado me voy a Europa, el único lío allá son los papeles. Actualmente, tengo la posibilidad, por mi cuñada que está allá y tiene papeles. El problema es que, una vez que tú ya has hecho tu vida acá, estás establecido a pesar de que no tengo tanto igual tengo, ¿cachay? Tienes que pensar en volver a empezar de cero, es otra cosa”. Al respecto, es relevante la opinión de Andrés, quien aborda la problemática desde un punto de vista cultural, resumiendo la opinión de la mayoría de los entrevistados/as: “O sea, hasta ahora, lo que pasa que el tema de emigrar, a mucha gente, y yo en algún momento era ese tipo de persona, piensa que ‘ah, emigré, llevo plata y ya es’, no, es un proceso de adaptación de culturas, de rehacer una nueva vida, de conseguir un grupo, porque al principio, por más que vivía con mis amigos, ellos estaban tra- bajando y al estar trabajando no tienen tiempo para estar reuniéndose y si llegaban a la casa están cansados [… ] o sea, ya empiezas a establecerte en un país que era lo ideal que uno quería hacer en Venezuela; te graduaste, comenzaste un trabajo, te compraste un carro, un departamento, montaste un negocio, hiciste una familia, viajaste, para mí viajar es muy importante. Entonces volver a empezar un proceso de cero porque implica que tus ahorros los tienes que invertir para migrar, y no es sencillo”. La re-invención personal lograda a lo largo de la trayectoria migratoria cues- tiona la posibilidad de retorno, sin embargo, más que de transnacionalismo en el éxodo venezolano, estamos ante un caso de diáspora, pues en el imaginario de una Venezuela post-Maduro (símbolo de la actual crisis) reside el ideal de futuro, de una buena vida.

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