Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento
Habitando e imaginando desde un Santiago pluricultural segregado – 35 de modo de no perder lo ya logrado, permitiendo un mejor futuro. Como re- flexiona Isabel: “bueno, igual fue duro, pero era como que la única alternativa porque, igual dejas tu trabajo, tu familia, tus comodidades, tú tienes allá cierto status, y tú sabes que aquí llegas y vas a empezar desde cero, y que puede que no tengas posibilidades de ejercer’’. Estos desarraigos individuales, sin embargo, no son vividos aisladamente por los venezolanos, sino que se suelen encontrar, re-tomándose muchos vínculos en Santiago con personas que se conocían allá, lo que hace menos “dura” la salida de su país. Por esta razón, se reitera en las entrevistas que ya no necesitan nada de lo que se quedó allá, pues aquí lo tendrían todo. Después de un par de años, no es raro que ya no quede ningún ser querido en Venezuela: “la gente incluso, amigos, y mucha gente de esta edad, de más o menos 30, de 25, bueno y ahí pare de contar, pero el grueso que he visto acá… no hablo con alguien de Maracaibo desde hace años, y voy caminando por aquí y nos encontramos, y que ‘qué tal, qué haces aquí’… pero eso, extraño solo el clima, porque la comida no, ya se la trajeron y la instalaron aquí también”. Quienes primero han llegado a Chile se transforman en “puentes” para otros que recién migran, sirviendo de referencia o apoyo directo, siendo una forma de “devolver la mano” ya que muchos llegaron también de esa manera, por eso “casi todos los livings tienen cama, porque tienes a alguien”: “sí, uno los recibe mientras encuentran algo, por ejemplo, los primeros amigos du- raron casi tres meses con nosotros. Pero la idea era que ellos se reunieran para que pudieran pagar todo el fuerte y después llegaron otros amigos y siempre estamos ahí. Si tú te asomas en esa ventana, que casi todos los livings tienen cama, porque tienes a alguien, tú llegas aquí un mes, dos meses, y después consigues algo. Nosotros recibi- mos una pareja, y ahora estábamos recibiendo un cuñado de mi esposa”. Imaginarios de futuro: ¿arraigo o retorno? La experiencia migratoria suele ser evaluada por los entrevistados como positiva, en tanto que Chile se les presenta como un lugar seguro y agradable para vivir, pudiendo formar una familia y con el paso de los años realizarse laboralmente. Ana destaca la positiva recepción que la sociedad chilena ha tenido con ella y sus hijas, tanto en el trabajo como en el colegio, en el caso de las menores:
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