Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Habitando e imaginando desde un Santiago pluricultural segregado – 31 presidenta Bachelet parece que hubo un convenio, no tuve mucha información de ese convenio pero con ese convenio ahora tiene como convenio con el nivel básico y también enseñanza media, tiene un convenio de educación, la gente que tiene su cuarto medio ahora se puede convalidar sin problemas aquí pero todavía en el nivel superior en la universidad, todavía no puede convalidar acá”. Logrado el reconocimiento de estudios escolares, la meta se sitúa en los estu- dios técnicos o universitarios. Como reflexiona el mismo Juan: “Mira, en cinco años más yo creo que tener el magister que siempre soñaba, ¿ me entiende? Porque esa es mi meta, al terminar la ingeniería, tomarme un año o digamos, dos años de descanso, primero mi desarrollo personal y segundo, también para darle mi familia, mi esposa y mi hija, económicamente una vida diferente, más que nada no como yo solo para dar, porque mi señora es profesional, ella es psicóloga, pero en conjunto los dos, me entiende, cambiar la situación económica sería como diferente porque al tener el estudio de la universidad y tener como un postgrado uno tiene más posibilidad de cambiar su situación económica, cambiar, otras oportunidades de trabajo”. El campo laboral es prioritario, buscando el reconocimiento a los estudios realizados, como expresa Sofía: “Me gustaría trabajar en un hospital porque es mi área”. Ahora bien, cuando se ha generado arraigo en Chile, se desea también poder comprar una casa, como en el caso de Claudia: “Yo me imagino tener mi título de enfermería. Tener hijos y mi propia casa. Me sentiría feliz, también me sentiría orgullosa de mí porque tampoco vengo de una familia rica entonces tener esas cosas para mí”. Andrés incluye un automóvil para ir a la iglesia: “mi deseo es tener una casa para la familia y un auto para que vayamos a la iglesia la familia completa”. En el caso contrario, cuando ha predominado el desarraigo, se sueña con retornar a Haití, como manifiesta Juan: “Sinceramente de corazón en 15 años más, me gustaría todo lo que he aprendido acá en Chile, transmitirlo a mi pue- blo, a mis compatriotas, que tanto lo necesitan allá. En 15 años más, estar tal vez en Haití, eh, con esa familia que echo de menos tanto, la cultura, y lo que tengo acá, lo que logro tener acá, conocimiento y también la experiencia que he vivido acá como persona”. Jorge es explícito respecto a la valoración del estilo de vida de su gente, lo que mantiene abierta la opción del retorno: “A mí siempre donde yo quiero vivir es Haití, porque, como te lo dije al principio, el Caribe no se vive sin sol. Yo puedo estar haciendo dinero, cosas en las proximidades… que sea por

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