Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

324 – migraciones transnacionales A partir de principios de los años 1990, Gabriela empezó a viajar a Chile casi todos los años. Además, se implicó activamente en las asociaciones de chilenos en Suiza, desarrolló diferentes actividades de solidaridad y de apoyo a su país de origen, pero no retornó a Chile, ya que ni su marido ni sus hijos se planteaban esa posibilidad y para ella la cercanía a su núcleo familiar es central. Como Ga- briela lo explica: “ A mí me hubiera gustado retornar, pero yo no puedo imponerle esa decisión a mi marido. Yo creo que él no se sentiría a gusto allá. Además, para mí, mis hijos y mis nietos son muy importantes, nos vemos muy seguido y si me voy a Chile sería muy difícil no verlos casi todas las semanas. Y de todas maneras tengo un pie allá ”. En efecto, como puede viajar regularmente, ver a su familia y a sus amigas, y como se mantiene bien informada de lo que sucede en el país a través de internet, eso lo permite ir actualizando constantemente su relación con Chile y no sentirse nostálgica. Además, contribuye con acciones de apoyo al bienestar de sectores populares de la población chilena, lo que le produce un sentimiento de utilidad social. A pesar de que Gabriela no ha retornado a Chile, eso no le impide vivir una vida transnacional, mantenerse en contacto regular con su país de origen y circular a menudo entre los dos países que son importantes para ella. Este caso representa, entonces, de manera clara la situación de movilidad geográfica trans- nacional de la tipología. Movilidad geográfica transnacional ampliada El caso de Arturo, 72 años, también se sitúa en el tipo de la movilidad transnacio- nal. Pero aquí esta movilidad no se limita a viajes y relaciones entre Suiza y Chile, sino que se amplía a un tercer país, España. Arturo era obrero calificado y artesano en Chile, así como un militante acti- vo de la Unidad Popular. Luego del Golpe de Estado militar buscó asilo en una embajada extranjera en Santiago y llegó a Suiza a fines de 1973 en un contingen- te de 200 refugiados seleccionados por el gobierno suizo. Uno de los criterios para la selección era que los refugiados tuvieran una profesión que les permitiera encontrar rápidamente trabajo en Suiza, lo que fue el caso de Arturo, quien lo- gró tener una continuidad laboral en su país de acogida. Además, pudo seguir desarrollando sus actividades artesanales en paralelo. Algunos años después se divorció de su esposa chilena e inició una cohabitación con una pareja suiza. Durante los años 1980 descubrió España durante las vacaciones. El cambio de- mocrático en Chile no fue suficiente aliciente para incitarlo a retornar al país en los años 1990. En cambio, el ambiente social y el clima español le encantaron y,

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