Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Retorno y movilidades transnacionales: – 311 te un período de duración imprevisible. El exilio chileno comenzó después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al gobierno democráti- camente elegido del presidente Salvador Allende. El nuevo régimen militar se mostró particularmente represivo contra los militantes y simpatizantes de los partidos de izquierda, de los sindicatos y de las asociaciones populares. Según diferentes fuentes, se estima que, entre 1973 y 1988, entre cuatrocientos mil y un millón personas (o sea aproximadamente entre 5% y el 10% de la población chilena de la época) salieron del país huyendo de la persecución política directa o indirecta. Una situación sin precedentes en la historia del país, caracterizada hasta entonces por movimientos de emigración laborales limitados, en particu- lar hacia Argentina. Como se trata de una emigración masiva, personas de todas las condiciones sociales y edades fueron afectadas por la emigración. El número de refugiados chilenos en Europa occidental fue de aproximadamente 100 ‘000 (Bolzman, 1993). Suiza acogió alrededor de 4’ 500 exiliados (Bolzman, 2009). Los primeros chilenos llegaron a Suiza entre los últimos meses de 1973 y enero de 1974. Eran parte de un contingente de 200 refugiados seleccionados por un funcionario del gobierno suizo entre la gente que buscó asilo en diversas embajadas extranjeras en Santiago. Otros 450 chilenos llegaron en Suiza con la ayuda de un movimiento de solidaridad llamado “Acción plazas gratuitas”, creado por grupos suizos humanitarios, religiosos y de izquierda con el objetivo de promover la acogida de un número mayor de refugiados de Chile en Suiza. También, muchos exiliados viajaron por sus propios medios y solicitaron asilo en Suiza. La mayor parte de los exiliados chilenos obtuvieron el asilo durante los años 1970; durante los años 1980 la política fue más restrictiva, pero muchos pudieron quedarse en Suiza por razones humanitarias (Bolzman, 1993). Luego de un período de inestabilidad, los exiliados se instalaron principalmente en los grandes centros urbanos suizos: Ginebra y Lausana en la Suiza francesa, Zurich en la Suiza alemana. Durante los años 1980s ya hubo algunos retornos hacia Chile de exiliados que buscaban incorporarse en el país a la oposición creciente a la dictadura (Ca- riola y Rosetti, 1984-85; fasic, 1982). Pero el fin del exilio y la actualización de la problemática del retorno comienza con el proceso de “ transición hacia la demo- cracia” de marzo de 1990, momento en que un gobierno democrático, presidido por Patricio Alwyn, asume el poder ejecutivo. A partir de ese momento, la mayor parte de los exiliados, ya no están obligados a vivir fuera de su país de origen por razones políticas; enfrentan una nueva situación, similar a lo que viven otros ti- pos de migrantes: pueden retornar libremente a su país de origen o por lo menos pueden visitarlo. Pueden también permanecer en el país de residencia, pero con

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