Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

26 – migraciones transnacionales casa, así que, en departamento, pero no me gustan mucho los departamentos para vivir definitivos. Para iniciar sí”. Algunos quieren postular a una vivienda o comprarla y se encuentran con la discriminación por color de piel y nacionalidad, lo que –señalan– no es una característica únicamente chilena. Aunque con variaciones, es una falta de re- conocimiento (desprecio) que ya muchos vivieron en República Dominicana, como en el caso de Sofía: “Yo veo que a todos los países no les gustan los negros, personalmente los haitianos, pero no sé si es su comportamiento, su manera que ellos no les gustan, pero en República Dominicana yo encontré los dominicanos un poco muy groseros, pero con todos, pero los chilenos yo los encontré un po- quito racistas, eso no estaba tanto en los dominicanos”. Mauricio narra su propia experiencia: “ellos piensan que soy incapaz para pagar, por mi color”: “Primero, cuando vivía con mi amigo en Plaza de Armas, en Pasaje Matte, al final estaba buscando un apartamento para vivir, tengo una amiga chilena que es mi referencia, yo fui a preguntar allá con ella, como yo soy negro ellos tienen miedo de arrendarme el apartamento, que no soy capaz para pagar, tengo que andar con una chilena para que vean. En ese momento yo encuentro un corredor, y ella ofrece ir conmigo, y ahí yo viví ese proceso. Sí, sin la chilena no me arrienda nadie, sí, porque ellos piensan que soy incapaz para pagar, por mi color. Al final, yo llamé, con mi voz, como soy haitiano no me contesta, pero le paso a una chilena para que hace la cita. Ajá, aquí en Chile es muy complicado, es complicado tener apartamento”. Según lo relatado, estos comportamientos pueden constituirse como agre- siones verbales, físicas o hacer patente los imaginarios que se tienen de los haitia- nos. Como narra Claudia: “Por ejemplo, tú puedes subir a una micro y te sientas al lado de una persona, eso me pasó antes de ayer, y le toqué la mano, pero no fue culpa mía, y ella sacó una servilleta de su cartera y se limpió, y yo me hice la tonta no más. Hice como que no vi nada tampoco”. Incluso se los deshumaniza, como plantea Juan: “Generalmente, cuando la gente habla de un haitiano, ven todo la imagen negativa, que es una persona que es como si fuera sin estudio, una perso- na como pobre, es nada, esa es como la visión que tienen, no digo generalmente, pero algunas personas lo ven así, cuando habla de haitianos habla de pobreza, habla de sin educación, habla de cómo sin formación, como si fuera nada”. Distintos tipos de abusos y engaños están presentes en los discursos, como el que señala Andrés: “Papeles para extranjero, yo no tenía esos papeles, tienes que estar un tiempo en este país. En República Dominicana es diferente, en Re- pública Dominicana no tienes que hablar, tú tienes tu plata y listo. En Chile es

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