Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Habitando e imaginando desde un Santiago pluricultural segregado – 25 una misma casa, mismo departamento… la gente está criticando eso. Pero el tema no es criticar, es ver cómo solucionar eso, porque cómo ellos no van a vivir 4 o 5 per- sonas en una pieza si uno tiene que pagar 200 mil pesos por una pieza más el mes de garantía que son 400 mil pesos y cuánto paga esta gente en su trabajo y cuánta trabaja en la familia, y cuánta persona hay en la familia. Todo eso deberían ver pri- mero, porque va a pasar, si hay una persona que está trabajando y tiene un hijo, su señora y en el trabajo pagaron a esta persona 250 mil, y la pieza cuesta 200 mil, qué va a pasar, si o si esta persona va a buscar para completar la plata para el arriendo”. Pedro enfatiza que él vivió en “una casa falsa”: “Mi polola [pareja] vino a vi- vir primero que yo, cuando yo empecé a hablar con ella, yo antes vivía en Ricardo Cumming [en el centro] igual en una casa falsa, no sabía, me estafaron, en una casa falsa, entonces cuando yo tuve ese problema hablé con ella y me dijo ‘bueno, tú me amas, yo te amo’, así que me vine”. Sobre las valoraciones de las comunas y barrios donde viven, se destaca la tranquilidad y cercanía al lugar de trabajo. Respecto a la sociabilidad, la mayoría menciona que no tiene interacción con sus vecinos, lo que se contrapone a su vivencia barrial en Haití. Juan sostuvo: “No, no mucho, mira puede ser que como, por mi realidad, porque salgo de mi casa desde las seis de la mañana y estoy regresando a la casa como tipo doce de la noche, de lunes a viernes”. Se destaca la importancia de que sean personas con estilos de vida semejantes, como expresa Alex: “Sí, tengo amigos, pero son muy pocos. Tengo uno acá, la persona que puedo ir a su casa, que puedo pasar a estar unos momentos con él, es alguien que piensa bien, que es distinto de los demás, que compartimos los conocimientos, es distinto de los otros”. La mayor valoración de Quilicura es por la cercanía de los familiares y ami- gos haitianos, así como del trabajo, sin embargo, la mayoría aspira a vivir en co- munas con más seguridad, pues algunas poblaciones de Quilicura se asocian a la delincuencia y narcotráfico, especialmente la villa Parinacota 2 y la villa Raúl Silva Henríquez, en el sector San Luis, que se encuentran intervenidas con pla- nes integrales del Estado. Cuando se cambian de trabajo a otra comuna también buscan mudar de residencia, dado el tiempo que gastan en el transporte: “ahora debo cambiar, porque yo salgo una hora y media para llegar aquí. Y con el frío, yo estoy estudiando” ( Jorge). Susana optaría por Santiago Centro, pero casi no hay casas: “Depende, por la cercanía del trabajo tal vez Quilicura, pero Quilicura no me gusta mucho. Pero yo creo que más en el centro, pero en el centro hay poca 2 En el distrito San Luis-Parinacota viven 4.663 haitianos, representando el 70% de la población inmigrante del distrito (Atisba, 2018).

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