Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento
Reconfiguración de los flujos migratorios en América del Sur – 269 cuenta de la ausencia de diálogo entre la academia estadounidense y europea en el campo de los estudios migratorios (Gil Araujo, 2010; Pedone, 2011). Actualmente en nuestra región, en ocasiones, se reiteran estas situaciones donde sólo se mencionan los textos fundantes y no se establece un diálogo con lo producido en torno a los procesos de transnacionalismo de las migraciones latinoamericanas hacia la Europa Mediterránea. Esta producción científica cons- tituye un acervo de conocimiento que aporta elementos de análisis válidos para abordar las actuales reconfiguraciones en el sistema migratorio transatlántico y en América del Sur. Un aporte fundamental para salir de las generalizaciones y abordar los pro- cesos de transnacionalismo y las nuevas formas de organización familiar, fue el enfoque de género y el vínculo con la producción sobre la articulación, dinámica y consolidación de las cadenas y redes migratorias (Malher y Pessar, 2006; Suárez Navaz, 2003; 2008; Pedone, 2006). Los estudios sobre redes migratorias desde la perspectiva transnacional, atentos a las relaciones de género, prestaron especial atención a las dinámicas familiares como ámbitos de investigación y producción de conocimiento sobre los movimientos migratorios (Malher y Pessar, 2006). Las investigaciones pione- ras que vincularon el género con los procesos de transnacionalismo se centraron fundamentalmente, en tres temáticas: el rol de las mujeres en la construcción del mantenimiento de los espacios sociales transnacionales (Gramusk y Pessar, 1991; Alicea, 1997; Hondgneu-Sotelo y Avila, 1997), los conflictos generados entre las ambiciones como sujetos individuales y como integrantes de una comuni- dad (Besserer, 2004; Levitt, Denwind y Vertovec, 2003; Levitt y Glick Schiller, 2004) y las dificultades que las mujeres deben enfrentar para cumplir sus tareas reproductivas cuando la familia está dispersa geográficamente (Parreñas, 2005; Bernhard, Landolt y Goldring, 2005). En Europa la investigación sobre los efectos que tiene la migración inter- nacional en las relaciones de género y generacionales en las familias migrantes comienza a evidenciarse en la década de los 2000 (Briceson y Vuorela, 2001; So- rensen, 2005, 2008) y, en particular, en España e Italia. Los estudios en la década de 1990 en España se centran en el estudio de las trayectorias socio-laborales de las mujeres migrantes para centrarse, en la década de 2000, en las nuevas formas de organización familiar, es decir, en las familias transnacionales y en el ejerci- cio de la maternidad transnacional (Oso y Ribas, 2012). Como otra familia, las transnacionales no son unidades biológicas, sino construcciones sociales y deste- rritorializadas (Besserer, 2004; Sorensen, 2008) que sostienen y reconstruyen los vínculos afectivos a la distancia mediante llamadas, correos electrónicos, regalos,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=