Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento

Trabajo al por mayor: Migrantes haitianos en el Mercado Lo Valledor – 241 verano, sin ninguna herramienta o utensilio de protección. No se les entregan implementos de seguridad para cargar grandes volúmenes de peso, ni tampoco existen normas claras de circulación vehicular y peatonal, a lo que se suman los “yales” (las máquinas que transportan “bines”), que circulan a gran velocidad por el recinto. Intensidad del trabajo El Mercado Lo Valledor se caracteriza por ser un espacio laboral donde la in- tensidad del trabajo es alta, por la venta de tipo mayorista, la alta afluencia de público y las largas jornadas de trabajo. Eddie abandonó su primer trabajo en Lo Valledor, como cargador de cebollas, por la intensidad del trabajo, los malos tratos de su empleador y la larga jornada. “Unas haitianas que cocinan, que tienen su cocinada aquí nos llevan comida pa’ pagarles después, pero no te dan tiempo para-. Te dan 15 minutos pa’ comer. Si llega un cliente tiene que quedar la comida ahí y vas a vender, oye, el trabajo fue pesado. Un abusador, un abusador (… ) ‘No, es muy pesado, no voy a trabajar contigo’, dije. Me fui”. (Eddie, cuentapropista, patio de venta) Las labores que realizan los trabajadores son de alto impacto físico y por una jornada prolongada. Los vendedores deben cargar cajas de varios kilogra- mos de peso, ordenar su contenido según la disposición de venta que posea el local, y muchas veces también ayudar a los clientes cargando sus compras hasta los vehículos. En el caso de los patios de carga, el trabajo se reduce a descargar y cargar camiones, y armar mallas o cajas de productos. Cuando realizan una venta en el patio de carga, los empleados deben subir la mercancía a los vehículos, que pueden ser mallas de frutas de 15 kilogramos cada una, cajas de 20 kilogramos de tomates o paltas, etc. Así como las largas jornadas laborales son reconocidas en su extensión, pero permitidas, la alta intensidad del trabajo es naturalizada por algunos de los en- trevistados. La centralidad del trabajo en la vida social produce el aumento de los límites de tolerancia: “al final el trabajo nunca es suave, siempre va a tocar un día que es bueno, un día malo” (Gallego, asalariado patio, de venta). La sub- sunción real aparece ante el empleador y ante el trabajo mismo, como concepto transversal y generalizado: “nunca tan cansado, pero cansador sí, pero tú sabes que trabajo nunca es fácil, hay que trabajar” (Ivy, asalariada, patio de venta). En- tendiendo que el empleo conlleva el cansancio, se naturaliza la intensidad laboral

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