Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento
238 – migraciones transnacionales la fruta sus distintos clientes, pues conocía los rubros en los que trabajaban y, por ende, a qué la destinaban. El cuentapropismo en los patios de carga es muy diferente, porque al co- mercializar grandes cantidades solo con una postura –y no una estructura físi- ca como un local–, es necesario manejar correctamente las cantidades de venta, pues se adquieren semanalmente o bi-semanalmente, para obtener mejores pre- cios de compra. Seguridad social La seguridad social es un elemento difícil de evaluar, pues la población haitiana entrevistada fue esquiva para referirse a este tema, comprendiéndolo como parte de una normativa infringida, incluso más que la ausencia o incumplimiento de contrato, pues se asocia a la regularización de su situación migratoria. Quienes poseen un contrato de trabajo, que corresponden al 36% de la muestra, señalan tener garantizada la seguridad social mediante el pago, por parte de su empleador, de los servicios correspondientes. Los otros haitianos entrevistados, cuentapropistas y asalariados sin contrato, suelen referirse princi- palmente a la afiliación a fonasa como seguridad social. Los trabajadores por cuenta propia costean sus cotizaciones de salud de forma independiente, pero los asalariados sin contrato manifiestan no hacerlo. Como sucedió a Voltio, que rápidamente intenta encontrar un trabajo con contrato para afiliarse a fonasa, ante el inminente nacimiento de su segundo hijo. También vivimos de cerca el despido de una trabajadora haitiana al quedar embarazada. Sol llevaba un año en el país y nunca había tenido un contrato de trabajo, por lo que trabajaba informalmente vendiendo comida en una calle de Lo Valledor, empleada por la dueña de un restaurant que también quedaba en las dependencias del Mercado. Conversamos con ella cuando estaba alegre por la llegada de su esposo, que vivía en Brasil, y tras unas semanas nos contó con pesar que él no lograba encontrar trabajo y ella estaba embarazada, por lo que negociaría con su empleadora el pago de cotizaciones. “Hoy tenía agendada la entrevista con Sol, pero no la encontré. En cambio, había otra haitiana en el mismo lugar, vendiendo anticuchos. Le pregunté por ella, pero hablaba poco español, solo logró decirme que no la conocía. Le pre- gunté al señor de los jugos, con quien habíamos hecho varias bromas junto a Sol dos días antes. Me respondió cortante y desconfiado: se fue”. (Nota etnográfica, 13 de julio de 2016) Conversando con distintos haitianos del lugar nos enteramos de que había
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