Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento
Trabajo al por mayor: Migrantes haitianos en el Mercado Lo Valledor – 233 En el caso de Ivy, ella trabaja 10 horas y media diarias, pero no cumple correcta- mente el tiempo de descanso: “si yo estoy almorzando y viene alguien a comprar yo lo deje para vender, pero cuando ella está (su jefa) yo la levante lo que quiero, me da mi tiempo para comer” (Ivy, asalariada, patio de venta). En el momento que conversamos su jefa no estaba, por lo que era la encargada de atender por sí sola el local y ese es su argumento para no tomar un descanso de colación. En la mayor parte de las visitas se apreció la misma situación. Entre los haitianos con quienes conversamos, el incumplimiento de la pausa de colación es algo generalizado y se debe principalmente a la subordinación ante el empleador o el trabajo asignado. En el caso del patio de carga, quienes no se dedican a la venta sino al ordenamiento de los productos tienen mayor au- tonomía para detener su trabajo, pues trabajan según cierta cantidad de trabajo asignado (por ejemplo, armar “un bin” 4 de mallas de limones). “Yo puedo pasar el día sin comer nada, que no me dan ganas de comer. Cuando tengo ganas de comer yo puedo decir “ya, jefe, yo voy a comprar algo pa’ comer, ¿no le molesta?” y salgo (… ) Yo no como en un horario fijo, yo como cuando hay tiempo”. (Tego, asalariado, patio de carga) La jornada laboral es más extensa aún en los patios de carga, pues la apertura es a las nueve de la noche en algunos locales o posturas y el cierre es alrededor de las cinco de la tarde. Existen dos tipos de turnos, de acuerdo al tipo de comer- cio que desarrolla su empleador. En el caso de que realicen sólo venta mayorista directa –proveniente directamente de un proveedor y dirigida a grandes camio- nes–, esta jornada iniciará aproximadamente a las nueve de la noche, extendién- dose entre diez y catorce horas, hasta la mañana siguiente. Eddie anteriormente se empleó en este tipo de trabajos, evidenciando la diferencia con su empleo ac- tual como cuentapropista. “Es más pesado el trabajo, ellos tienen que estar la noche entera. Por ejemplo, entran a las diez de la noche, salen como a las una o a las dos o tres de la tarde, a la hora que se acaba el trabajo. Es doble pega para ellos, no duermen, cachai, es una pega fuertemente. Yo, por ejemplo, a mí me pueden dar unos cinco mil menos, pero cojo el tiempo, yo gano el tiempo y duermo. El que no duerme siempre sale… por ejemplo, sale con la cara seca, no duerme, pierde sangre, igual que los que trabajan toda la noche, no es igual”. (Eddie, cuentapropista, patio de venta) 4 Cajón de 1,2 metros cuadrados.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=