Migraciones transnacionales: inclusiones diferenciales y posibilidades de reconocimiento
174 – migraciones transnacionales e inclusivo? Sabemos ya que la visibilización puede también estar asociada al reforzamiento de estereotipos, exotismos, y otras formas utilitaristas de consta- tación de las diferencias. Lo paradójico es que a la vez que –como vimos– muchas veces se negaban las diferencias para las dinámicas del espacio escolar, aquí éstas aparecen de lleno y no de formas disimuladas, sino que en una festividad de alta convocatoria para reunir a toda la comunidad escolar. Pero, además, aquellas diferencias culturales o identitarias se dejan aparecer de una manera particular: en forma de Nación . La Nación aporta en este escenario una doble funcionalidad: Primero, frente a la imposibilidad de delimitar bien qué es la diferencia cultural, la nación ofrece un conjunto de rasgos folclóricos, culturales e institucionales con límites con- cretos, con un nombre y una designación oficial que es la ciudadanía. Es decir, hay formas de determinar –sin mucho margen de error– dónde empieza, dónde termina, y quién pertenece a qué país. En segundo lugar, se recurre a las naciones para enarbolar una especie de hu- manismo (Todorov, 1991). Se apela a la diferencia como una forma de igualdad, por contradictorio que esto pueda sonar. Según Taylor (1993) sólo concedemos el debido reconocimiento a lo que está universalmente presente, como el hecho de que cada quien tiene una identidad. En este caso, todos tenemos una nación, es algo universalmente compartido y, por lo tanto, fácil de reconocer a través de cosas que se piensan igualmente importantes para todas las naciones como lo es para la nuestra: un baile, una bandera, un himno y un plato. No así, por ejemplo, el tener un color de piel racializado, una ascendencia indígena u otro rasgo que evidencie una desigualdad estructural. Ahora bien, no ignoro que algunas de estas iniciativas desarrolladas en los colegios, puedan tener un tratamiento del tema de la interculturalidad más in- formado, abiertamente político o crítico. Por ejemplo, en una escuela de la co- muna, esta fiesta se hace en conmemoración del Día del Fin de la Discriminación Racial , lo que da un sentido claro a qué prácticas entorpecen la convivencia in- tercultural, las cuales deben identificarse y superarse dentro de la institución. En efecto, hacer un evento de gran visibilidad podría tener potencialidades y comunicar principios o dinámicas que están siendo trabajados de forma com- prometida y constante dentro de una institución para construir una educación intercultural. En otras palabras, no es el hecho de que sea una instancia festiva, o un espectáculo, lo que llama a criticar y poner cuidado en su realización. Es más bien el hecho de que, en vista de todos los factores junto a los que se desarrollan estas estrategias, tanto las condicionantes de los espacios escolares, como las in- congruencias en los posicionamientos en torno a la diversidad, se debe reparar
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