Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

90 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia recursos animales, principalmente guanaco, y usos de áreas de combustión, ade- más de la conformación de contextos fúnebres temporalmente restringidos hacia los 10.750 años cal ap. De acuerdo con los resultados obtenidos en esta investi- gación, se puede visualizar también cómo la explotación y el uso de las plantas incidió en estas dinámicas, manifestándose a través de cambios en la diversidad de taxa en los distintos componentes. Si bien en el registro carpológico no se observan mayores cambios entre los diferentes componentes ocupacionales a través de las otras materialidades pre- sentes en el sitio, tales como los elementos líticos y zooarqueológicos, sí se perci- ben diferencias en relación a la diversidad de taxa vegetales, ya que se reconoce la manipulación de 1 taxa en el componente Holoceno medio, 10 taxa en el com- ponente Holoceno tardío y 17 taxa en el componente temprano. Cabe destacar que en el caso del componente medio solo se analizaron 2 rasgos, quedando más de 12 muestras sin adscripción temporal. Esto, sumado al número de ejemplares no identificados y no identificables, podrían incrementar la riqueza real en los tres componentes, lo cual es importante destacar considerando la fragilidad de la evidencia arqueobotánica; no obstante, es preciso restringirse a las muestras y restos que pueden ser asignados con certeza. Interpretar estos datos implica reconocer los aspectos tafonómicos que inci- den en la preservación de los carporrestos. Si bien la conservación por carboni- zación permite adscribir este tipo de evidencia al contexto arqueológico, esto no significa que todo el universo de plantas ni partes de plantas usadas en el pasado estén representadas en el registro carpológico (pérdida de material con el tiem- po). Por otro lado, en el caso de Baño Nuevo 1 se observa la presencia de agentes que podrían incorporar material y modificar el registro, como la presencia de ga- lerías de roedores, raíces, regurgitaciones de aves y guano animal, además del ma- terial que podría ingresar por derrumbes, por la presencia de material carpoló- gico en estado natural, a las lluvias anuales de semillas y eventos de reocupación. Al realizar un análisis arqueobotánico es fundamental determinar cuál fue el grado de identificación taxonómica alcanzado. Esto depende directamente del estado del material, específicamente de su grado de fragmentación y carboniza- ción, y del mantenimiento de rasgos diagnósticos, además de la completitud de la colección de referencia de semillas y frutos del área de estudio y del detalle de la descripción de estos elementos en la bibliografía especializada. Las claves botánicas se fundamentan en la descripción de otras partes de las plantas para realizar las identificaciones taxonómicas, como la flor/inflorescencia y hoja, por lo tanto, las descripciones publicadas de las semillas y frutos son muy generales para servir de guía.

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