Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

El registro arqueobotánico – 65 están orientados a interpretar el registro arqueológico, principalmente los con- textos más tardíos de la región (Nacuzzi y Pérez de Micou 1983-1985). Su objeti- vo es conocer el uso de las plantas en la alimentación y su rol como materia prima en la confección de viviendas y artefactos, como cestería, usos medicinales y su función en la tinción y (Nacuzzi y Pérez de Micou 1983-1985; Pérez de Micou 1985-1987, 1988, 1994, 1996; Bellelli et al. 1987; Ancibor y Pérez de Micou 1995; Pérez de Micou y Marconetto 2005). El apoyo en fuentes documentales ha per- mitido conocer los recursos potencialmente explotables en la región y su dispo- nibilidad tanto geográfica como temporal, además de las cadenas operativas del uso de estos recursos. Se suma a esta iniciativa el aplicar trabajos experimentales para detectar indirectamente la explotación y el uso de las plantas mediante los estudios de huellas de uso sobre instrumental lítico, entendiendo su función en la obtención y procesamiento botánico (Bellelli et al. 1987). Dentro de esta área, en el caso de estudio del sitio Campo Moncada 2 (5.000-480 años ap [~5.749-5.601 a 514-491 años cal ap]), la evidencia arqueo- botánica funcionó como indicador de estacionalidad, logrando establecer su ocupación principal en primavera-verano. También se visualizó una explotación más extensa de los recursos vegetales, posiblemente extendiendo esta ocupación hacia épocas más frías con un uso más restringido de las plantas, focalizado en la obtención de leñas y materias primas (Pérez de Micou 1985-1987); no obstante, no se cuenta con indicadores botánicos que permitan detectar el uso invernal del sitio. En relación a los materiales combustibles, se constata que las propiedades y funciones de los taxa fueron variables importantes en su selección, sumadas a la variable distancia de obtención (Pérez de Micou y Marconetto 2005). El hallazgo de camadas de gramíneas (1.750 años ap [~1.629 a 1.564 años cal ap]) permitió generar discusiones sobre el uso de recursos del ambiente local, además de preguntarse por la existencia de técnicas de cestería y la preparación de esa materia prima (Bellelli et al. 1987). En el alero Mazquiarán, emplazado en el río Mayo (~200 años ap [~ 225- 166 años cal ap]), se recuperó un conjunto de restos de textiles, específicamente prendas de vestir (faja, manta y poncho) confeccionadas con fibras de oveja. Los materiales se encontraban asociados a contextos funerarios; también se registra- ron cueros pintados, una pieza de metal y vegetales ( Chusquea culeou ) (Pérez de Micou 2009). Otra área con estudios arqueobotánicos es el Parque Nacional Perito Mo- reno (Santa Cruz, Argentina), específicamente referidos al sitio Cerro Casa de Piedra 7, el cual cuenta con fechas desde 10.690±72 ap hasta 5.353±67 años ap [~12.751-12.400 a 5.749-5.601 años cal ap]. Por una parte, asociado a un fogón

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