Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

Un panorama general de la arqueología en la región de Aisén – 55 (Mena com. Pers.). En algunos sectores, éstos actúan como sello de los materia- les. Se suma a esto la generación de intersticios y mezclas de matriz (formados por depositación eólica y material del coluvio), y materiales por la acción de ove- jas, que han afectado el componente tardío del sitio en algunos sectores (Mena y Lucero 2006). La detección de la bioturbación animal (galerías de roedores y acción de ovejas) es un último agente de alteración del sitio que se registró el contexto de Baño Nuevo 1 (Mena y Lucero 2006). La ocupación de la cueva por parte de roedores se percibió por la abundancia de restos óseos de estos mismos en el sitio. Los estudios de Labarca y Lucero (2007) identificaron la presencia del género Ctenomys como creadores principales de las galerías en la cueva; esto constituye un claro indicio de la generación de túneles fosoriales y la consecuente alteración del registro en los sectores recorridos por las galerías. La presencia de estas bio- turbaciones no solo implica la remoción y movimiento vertical del material, sino que además conlleva el ingreso de material vegetal al registro arqueológico, entre otros, el arqueobotánico (Ford 1979; Greig 1989). Se suma a esto la presencia e ingreso de otros animales a la cueva, por ejem- plo, ovejas, búhos y otros que no necesariamente dejan rastros evidentes de su presencia. Las fecas de las ovejas, como las egagrópilas de algunas aves, pueden introducir material vegetal al registro arqueológico además de material animal (Labarca y Lucero 2007). Si bien no se ha estudiado en profundidad el accionar de otros agentes mo- dificadores del registro de Baño Nuevo 1, se deben tener presente las transfor- maciones asociadas a los diferentes eventos de ocupación humana, es decir, las consecuencias del pisoteo, acondicionamiento de la superficie de la cueva y ge- neración de rasgos como los fogones, además de otras conductas y actividades que no necesariamente son detectables. Sumado a lo anterior está la presencia de invertebrados cavadores, que también pueden actuar sobre el registro arqueobo- tánico (Miksicek 1987).

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