Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén
Un panorama general de la arqueología en la región de Aisén – 49 entre los restos óseos y el rasgo N°13, correspondiente a un fogón, existiendo un porcentaje de marcas de combustión. No obstante, la mayor porción de los elementos óseos se encontró fuera de los rasgos, marcando una alta densidad hacia el sector sur de éste. Posiblemente esto se relacione con actividades de fae- namiento final y/o consumo previo a una limpieza que implicó el descarte de restos mayores en el fogón (Velásquez y Mena 2006). Las aves tienen una gran importancia en este componente, pero disminuyen a medida que se incrementa el registro de guanaco (Mena 2009). Se sostiene su consumo por la presencia de huellas de corte y daños de origen antrópico (92% del conjunto de este taxón), además de su uso en la confección de instrumentos. Se identifican gansos, patos/cisnes, búhos, algunas falcónidas y aves pequeñas (Mena 2009). Los indicadores faunísticos de estacionalidad, proporcionados por el análisis zooarqueológico, son poco claros. Se infiere la ocupación de la cueva en momen- tos invernales por indicadores de crecimiento en guanacos, no obstante, éstos no se encuentran especificados (Mena y Lucero 2006; Mena 2009). Por otro lado, la presencia de aves migratorias, y la erupción y reemplazo en series dentarias de mandíbulas y maxilares de guanaco, indican una ocupación estival (Velásquez 2006; Mena 2009). En relación al material lítico, no hay mayores diferencias tecnológicas entre los tres componentes. Los conjuntos líticos están compuestos principalmente por debitage (87.9%), con una baja frecuencia de piezas formales (3.3%) e infor- males (5.3%) (García 2007). La tecnología lítica en Baño Nuevo 1 se asocia a actividades de mantenimiento del instrumental (García 2007). La tendencia de- muestra que para la secuencia predomina el uso de materias primas alóctonas en la confección de artefactos formatizados, como en lascas y láminas con algunas modificaciones sumarias, por lo cual se establece una “ economía de materia pri- mas no locales ” (García 2007). No obstante, las rocas locales de menor calidad también están altamente representadas en el registro del sitio. Esto se explica por una estrategia destinada a minimizar los costos de obtención y maximizar la uti- lización de materias primas provenientes de fuentes lejanas y de mejor calidad. La continuidad de esta conducta en la secuencia de Baño Nuevo 1 mostraría que fue una estrategia exitosa (García 2007). Las rocas seleccionadas para la manufactura lítica en Baño Nuevo 1 se clasi- ficaron en tres tipos (García 2007): 1) Materiales locales, como el basalto, presente en las paredes de la cueva y en rodados dispersos. También se reconocen nódulos de cuarzo y guijarros de andesita, granito y toba alrededor del sitio. Se registran piezas formatizadas y
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