Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

48 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia Para correlacionar los componentes ocupacionales de Baño Nuevo 1 con la periodificación del Holoceno nos basamos en el consenso establecido por el Working Group of intimate and the Subcommission onQuaternary Stratigra- phy (International Commission on Stratigraphy), estableciéndose tres subdivi- siones para el Holoceno con base en ciertos eventos climáticos sincrónicos que marcan el registro mundial a través de diversos proxis , y que consecuentemente afectaron a las comunidades humanas y sus procesos culturales (Walker et al. 2012). Se define el límite del Holoceno temprano con el Holoceno medio a los 8.200 años cal ap. En torno a los 4.200 años cal ap se marcaría un límite entre el Holoceno medio y el tardío (Walker et al. 2012). Según estos parámetros, los componentes ocupacionales temprano y medio de Baño Nuevo 1 coincidirían con los rangos temporales definidos para Holoceno temprano y medio (Walker et al. 2012). Sin embargo, el componente tardío de Baño Nuevo 1 tendría fechas asignables al Holoceno medio y al tardío. Este problema hace más difícil poder trazar la línea entre que muestras corresponden a estas dos subdivisiones del Ho- loceno, sobre todo considerando que se cuenta con muy pocas dataciones para esta última parte de la secuencia. En ese sentido, es necesario afinar la resolu- ción estratigráfica y cronológica del Holoceno medio/tardío para así poder tener parámetros comparables con la prehistoria del Holoceno medio y tardío tanto regional como extrarregional. La ocupación de la cueva durante el componente temprano (10.750 -8.800 años cal ap), se concentra en su sector medio y fondo. No presentaría una expre- sión horizontal amplia, sino más bien se identifican eventos aislados, entre los cuales están los rasgos funerarios y otras actividades de carácter doméstico. En este componente se recuperaron restos de guanaco ( Lama guanicoe) y huemul ( Hippocamelus bisulcus). Los primeros resaltan en la arqueofauna del si- tio e incluyen al menos seis individuos, diferenciando dos juveniles y un adulto. Hay una abundancia relativa del esqueleto axial (caja craneal, vértebras y costi- llas) y se registran partes del esqueleto apendicular (diáfisis y unidades anatómi- cas asignables a las patas). Son poco los restos de huemul, identificándose sólo fragmentos de la columna vertebral (Velásquez y Mena 2006). También se re- gistró restos de cánidos, correspondientes a culpeo – Lycalopex culpaeus Molina, Canidae – (Trejo y Jackson 1998) y Dusicyon avus (Mena 2009). Se determinó que hubo una selección de las partes de las presas que ingresan al sitio, existiendo un faenamiento primario afuera de la cueva. Esto se ve re- forzado por la presencia de instrumentos destinados a faenamiento secundario, tales como raederas y lascas de filo vivo (Mena y Lucero 2006). En cuanto a la distribución del material faunístico, se observa el vínculo

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=