Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén
Un panorama general de la arqueología en la región de Aisén – 45 y lítico del alero ha llevado a describir a Baño Nuevo 1 como un sitio donde con- vergen diferentes actividades, entre las cuales está la caza, además de prácticas de inhumación de diez individuos pertenecientes al componente temprano. Estos entierros comparten “rasgos” en su patrón funerario que incluyen la “ …asociación con restos de cánidos y manojos vegetales, ausencia de ocre o evidencias de crema- ción …” (Mena y Reyes 2001: 21). La estratigrafía de Baño Nuevo 1 (Figura 5) es compleja, debido a la presen- cia de diversos agentes de transformación de sitios (animales fosoriales, eventos de derrumbes) sumado a los eventos de reocupación de la cueva (Lindsey 2005; Mena y Stafford 2006). En la figura 5 se aprecian las diferentes capas estratigráfi- cas, cuyo espesor varía según el sector de la cueva. Como sostiene Ozán (2017): “ El análisis sedimentario indica que, en casi todos los casos, se trata de poblaciones polimodales, es decir, sedimentos transportados por más de un agente geomorfoló- gico y/o agentes con baja selectividad (de moderada/alta capacidad de transporte). La excepción la constituye US6, con una curva muy aguda, cuya moda se ubica en la fracción de arena muy fina y donde la cola de finos (limo/ arcilla) es sensible- mente menor que en el resto de los casos (…) Las diferencias principales entre US5 y US4 radican en la presencia de bloques y gravas (que aumenta hacia arriba) y los valores de pH (que también aumentan hacia arriba, pasando de levemente ácidos a levemente alcalinos, probablemente vinculados a la presencia de carbonatos). La granulometría de los sedimentos de estos niveles indica transporte eólico por suspen- sión. El aumento de bloques hacia arriba se vincula con procesos de reptación de materiales provenientes de afuera de la cueva y el incremento en las gravas podría ser consecuencia de un aumento de la meteorización de paredes/ techo de la cueva y/o disminución en la tasa de la depositación eólica” (Ozán 2017:3). Figura 5. Perfil de la cueva Baño Nuevo 1 (López et al . 2015:3).
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