Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

30 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia zonas ” (Rossen y Ramírez 1997) definidas por sus componentes botánicos, con validez para circunstancias ambientales anteriores en la zona de estudio. A partir de la identificación taxonómica de las evidencias arqueobotánicas (Figura 1) se pueden diferenciar aquellas especies que tienden a una distribución extensa en el paisaje de aquellas con distribución restringida y exclusiva a ciertas microzonas . Conocer la distribución de las plantas permite establecer las moda- lidades de organización del grupo para acceder a ellas y colectarlas. Figura 1. Diagrama que ilustra la utilización de la evidencia arqueobotánica para deter- minar el uso de las plantas y su función como indicador arqueológico. Por otro lado, la posibilidad de reconocer especies botánicas de distribución restringida y exclusiva de ciertos ambientes permite identificar otras estrategias. En el caso de Baño Nuevo 1, esto puede implicar la búsqueda específica mediante partidas especiales o la implementación de breves ocupaciones cercanas a ellas. No se debe descartar la posibilidad de la obtención de estas especies de distribu- ción restringida a través del intercambio con otros grupos, dependiendo de la distancia que existe entre el sitio de Baño Nuevo 1 y el hábitat de dicho taxa . De este mismo supuesto se desprende que el acceder a estos taxa podría significar la

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