Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

176 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia Enmarcando estos resultados en lo apreciado a una escala regional, se obser- va cómo los registros arqueobotánicos de dos sitios con ocupaciones contempo- ráneas presentan un perfil en el que comparten algunos aspectos y difieren en otros con lo visto en Baño Nuevo 1. Estos son: Cueva de La Vieja, emplazada en el mismo valle de Ñirehuao, y Cueva El Chueco 1, en el valle del río Cisnes. Ambos son descritos como cuevas con sucesivas ocupaciones discretas (Méndez et al. 2011, 2018). En estos casos de estudio se observa una baja variedad de taxa vegetales, des- tacándose la presencia de plantas herbáceas, como Galium sp. y Lamiaceae en El Chueco 1, y Amaranthaceae, Poaceae y Lamiaceae en Cueva de La Vieja. En Baño Nuevo 1 se comprueba una gama mayor de plantas utilizadas. La diferen- cia entre estos dos tipos de contextos se relaciona con las características de los tres sitios; los primeros dos se definen por una secuencia de ocupaciones breves con el desarrollo acotado de actividades, en cambio, Baño Nuevo 1 se adscribe a un campamento base donde predominan las actividades de caza y se identifi- can diversas actividades asociadas a prácticas funerarias, la manufactura, uso y descarte de artefactos líticos, la explotación y consumo de recursos faunísticos, y el manejo de plantas, originalmente definido sobre la base de la presencia de camadas. En este sentido, se puede extender esta última práctica hacia una mayor diversidad de plantas a partir de los carporrestos carbonizados y los residuos ve- getales identificados aquí en algunas piezas líticas, abarcando actividades ligadas a su obtención y/o procesamiento. Es interesante que se reitera el patrón de una explotación de recursos vege- tales locales en El Chueco 1, Cueva de La Vieja y Baño Nuevo 1, por lo tanto, el aprovisionamiento de estos se ciñe a lo que está disponible en el entorno del área ocupada y, posiblemente, a la trayectoria hacia otros focos de recursos que esta- rían a una distancia cercana. Por otra parte, los carporrestos señalan la ocupación estival de los tres sitios, lo que refuerza la idea sostenida de ocupaciones estivales a lo largo de la secuencia de ocupación del área. Llevando esta discusión a una escala extrarregional, la única referencia con trabajos arqueobotánicos es Cueva Casa de Piedra 7 (Parque Perito Moreno, Argentina), donde se recuperó un contexto arqueobotánico rico apoyado en tres líneas de evidencia: macrorrestos, carbones/maderas y microrrestos contenido en un coprolito (Martínez et al. 2012; Caruso y Capparelli 2013). En síntesis, allí se visualiza el consumo y uso tanto de frutos ( Empetrum rubrum, Gaultheria mucronata y especies de la familia Ericaceae) como de plantas herbáceas y leño- sas. Llama la atención la presencia de porciones de hoja de Empetrum rumrum y Gaultheria mucronata, ya que tradicionalmente se asume el consumo de frutos

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