Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén
Usos de las plantas por los cazadores-recolectores esteparios de la Región de Aisén – 161 1999). Hay registros del uso de las semillas y hojas Brassicaceae como alimento (Martínez-Crovetto 1968, 1982; Pardo y Pizarro 2013). En los documentos revi- sados hay menciones del uso alimenticio de los tubérculos de algunas especies de la familia Orchidaceae, además de las referencias sobre el consumo de tubérculos por grupos Patagónicos y Pampeanos (Mösbach 1999; Rapoport y Ladio 1999; Rapoport et al. 2003; Ochoa y Ladio 2015). En cuanto a Amaranthaceae, corresponde a una familia de plantas herbáceas que habitan los paisajes patagónicos. Sus propiedades son múltiples, según la especie en cuestión, pero el consumo alimenticio de semillas está ampliamente consignado. Con sus hojas se preparan infusiones, y el tallo puede ser útil como materia prima para la confección de cestería, techumbres y pisos, además de usar- se como material para iniciar fuego. Es importante tener presente que todas estas plantas y sus partes son ma- teriales eventualmente útiles para iniciar, hacer y mantener fuego. También se debe considerar que todos los carporrestos están carbonizados, por lo tanto, participaron de eventos de combustión de forma intencional o accidental, por lo que su hallazgo se va a relacionar con su descarte final más que su lugar y cir- cunstancias iniciales de uso. La previa revisión de la utilidad de los taxa identificados permite entender los posibles usos de las plantas por parte de los ocupantes de Baño Nuevo 1; no obstante, es importante reconocer la procedencia de estos hallazgos para afinar las inferencias funcionales (Pearsall 1988). Las fuentes de depositación primarias específicamente relacionadas con los rasgos, sean intencionales (quema de made- ras) o accidentales (ingreso de pastos que tienen sus semillas), pueden referirse a la asociación directa de un taxa con una función. Por ejemplo, en el caso de los taxa arbustivos y arbóreos, en los que la madera se usa para hacer fuego, pueden ingresar al registro semillas o frutos junto con las ramas. Para este caso, sería interesante cruzar estos datos con futuros análisis antracológicos, con el fin de verificar la presencia de las maderas y tallos de estos taxa representados a través de los carporrestos. En el caso de la depositación secundaria, como los rasgos producto de las actividades de limpieza, y parte del material procedente de las columnas de flota- ción, se pierde la posibilidad de asociar a los taxa con un área de actividad dentro del sitio. Lograr precisar los usos de una planta en un contexto arqueológico requie- re no solo de la información contextual de su procedencia, sino que además se debe trabajar con los diferentes tipos de evidencia arqueobotánica para tener un panorama más completo de cuáles fueron los usos de dicha planta en un sitio
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