Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén
152 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia Ahora, pasando al registro arqueobotánico de Baño Nuevo 1, la distribución de los taxa vegetales en los tres componentes indica que la única unidad que registra material es la 4D. La mayor parte de estas evidencias se focalizan en el sector central de la cueva, coincidiendo con las observaciones de campo sobre el emplazamiento de las estructuras de combustión y análisis de la distribución de los restos faunísticos. Se define, por lo tanto, al área central como el lugar donde se concentran las actividades, entre las cuales están la manipulación y el descarte vegetal realizados por los ocupantes del sitio. Es interesante apreciar cómo las evidencias de macro y microrrestos vegeta- les se complementan (Pearsall 1989). Por una parte, se refuerza la presencia de algunas plantas porque se registran a través de las dos líneas de evidencia: macro y microrrestos; por otra, algunos taxa solo aparecen en el registro vía uno de los dos tipos de evidencia, lo cual puede explicarse tanto por el uso otorgado a esa planta en el contexto del sitio como también a problemas ligados a la conser- vación, por ejemplo procesos de descomposición y conservación diferencial de taxa de plantas y partes de plantas (Miksicek 1987). En ese sentido, el abordar diferentes tipos de evidencia arqueobotánica permite tener un panorama más completo del uso de los recursos vegetales en este contexto de cazadores-reco- lectores esteparios. En este caso puntual, los carporrestos permiten generar una perspectiva más general en cuanto a qué plantas ingresaron y fueron descartados en el sitio, sin contar con la certeza de vincularlos directamente a algún uso específico sino sim- plemente proponer usos potenciales debido a su utilidad (Babot 2009). Com- plementariamente, el análisis de residuos y tártaro dental permite vincular las plantas con ciertas tecnologías, por lo tanto, a usos y tipos de procesamientos, además de indicar, a través del análisis de tártaro dental, el consumo directo e indirecto de plantas y/o el uso parafuncional de los dientes. Es por esto que los macrorrestos se ciñen a las etapas finales de uso y descarte, y los microrrestos nos hablan de las diferentes etapas de las trayectorias de las plantas (Babot 2009). Los taxa que están presente a través de ambas líneas de evidencia en la se- cuencia de Baño Nuevo 1 son de las familias Berberidaceae, Cyperaceae, Poaceae y Rosaceae. Se reconoce la presencia de semillas de Berberis sp., y microfósiles de B. microphylla (componente tardío) y Berberis darwinii (componente tem- prano y tardío). En la ocupación más temprana se suman silicofitolitos afines a Cyperaceae y semillas de los géneros Carex sp., Cyperus sp., Eleocharis sp., Scirpus sp., Uncinia sp., de la misma familia. También se registran semillas de Ericaceae y microfósiles de Gaultheria mucronata . En relación a Poaceae, la familia está presente tanto en el componente temprano como en el tardío. Se constata la pre-
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