Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén
Los microvestigos de las plantas en el sitio Baño Nuevo 1 – 145 morfotipos que permitieron asignar afinidad taxonómica indicaron la presencia de plantas que tienen usos tanto alimenticios como tecnológicos. Así, en los in- dividuos 2 y 6 se verificaron indicadores de ingesta probablemente alimentaria, mientras que en los individuos 7 y 10 se verificaron señales de usos parafuncio- nales de los dientes referidos a probables actividades artesanales. En el caso del individuo 2, se detectaron granos de almidón con huellas de procesamiento vin- culado a la acción de someter al calor y triturar, siendo uno de estos almidones asignado a tubérculo de Oxalis sp. y Gavilea sp. Según algunas recopilaciones, se reconoce el uso alimenticio de plantas tu- berosas en Patagonia específicamente referido al tubérculo de una diversidad de especies (Claraz 1988[1865-1866]; Musters 1964[1911]; Mösbach 1999[1955]; Martínez y Crovetto 1982; Pérez de Micou 1994; Rapoport y Ladio 1999; Ra- poport et al. 2003; Ciampagna y Capparelli 2012; Pardo y Pizarro 2013), entre las cuales están las familias Oxalidaceae y Orchidaceae. Lo mismo sucede con el consumo de gramíneas, de lo que existen datos etnobotánicos (Gay 2004[1854]; Mösbach 1999[1955]), arqueológicos e históricos (Musaubach 2012, 2014). Tam- bién se conoce el uso del aparato dental, específicamente de los dientes, para ablandar fibra vegetal (Larsen et al. 1998 en Morano 2013), por lo cual, la presen- cia de silicofitolitos afines a pastos (individuo 2) y Cyperaceae (individuos 7 y 10) podría indicar el uso de los dientes para ablandar el tallo. La presencia de un agregado supernumerario afín a hoja o fruto Fragaria chiloensis en el tártaro del individuo 6 nos remite al uso alimenticio de la frutilla, aunque también hay registros del uso de la planta completa por sus propiedades medicinales. Según los análisis bioantropológicos realizados en los individuos estudiados, se detectan huellas de abrasión y desgaste en los dientes, además del chipping del esmalte dental, que también avalan la ingesta de semillas y frutos (Hillson 1996). La marcada tuberosidad zigomaxilar del individuo 10 se relaciona con activida- des parafuncionales de la boca. Por lo tanto, existe coherencia entre la informa- ción recabada mediante esta línea de evidencia y el análisis de tártaro dental. Por otro lado, el estudio de microfósiles del aparato masticatorio permite plantear nuevas discusiones sobre la ingesta vegetal en el seno de los cazadores-recolecto- res patagónicos, para los que ya se han determinado dietas basadas sobre la base del estudio isotópico.
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