Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

TRAYECTORIA HISTÓRICA Y COMPLEJIDAD – 63 en la acumulación de prestigio por parte de los cazadores exitosos, tal como se ha visto en situaciones etnográficas (Davenport et al. 1993; Hawkes 1993; Wiessner 1996). Si bien las frecuencias de las especies oceánicas en los contextos arqueológi- cos del período son bajas, la alta biomasa comestible y valor diferencial de estos recursos podrían haber permitido al mismo tiempo prácticas de agregación so- cial y consumo comunal (Ballester y Gallardo 2011; Salazar et al. 2014; Vázquez de Espinoza 1948: 619). En este sentido, la navegación y los dispositivos de arpo- naje –ambas innovaciones tecnológicas altamente especializadas que aparecen durante el Arcaico iii–, o bien la eventual propiedad sobre las embarcaciones y/o el manejo del conocimiento especializado para la caza de especies oceánicas, podrían haber conferido un mayor protagonismo a ciertos sujetos en los contex- tos de agregación social y redistribución de recursos, o incluso la acumulación diferencial de prestigio dentro de los grupos (Castro et al. 2016; Ballester y Ga- llardo 2011; Olguín et al. 2014; Salazar et al. 2014). No obstante lo anterior, hasta la fecha no existen evidencias arqueológicas que permitan sostener que las prácticas sociales vinculadas a la presencia de es- pecies oceánicas se concretaron en diferenciación social explícita al interior de las comunidades de cazadores-recolectores y pescadores de la costa arreica. Por el contrario, la vida social en este período transcurrió principalmente en los si- tios residenciales semipermanentes, en donde se consumía y, posiblemente, se compartía, el producto de las diversas actividades de forrajeo que ocurrían en torno a estos sitios, incluyendo la caza en alta mar. En este contexto, nos parece que, aun cuando el desarrollo de la navegación y la caza en alta mar pudieron promover el prestigio y la competencia entre liderazgos informales al interior de las comunidades locales, las relaciones de inmediatez que caracterizan a los sitios residenciales del Arcaico iii y la homogénea presencia de artefactos y recursos en los distintos sitios, son más consistentes con prácticas sociales que, mediante el “ ethos del compartir” (Ingold 1999), inhibían la alteración de las relaciones de igualdad entre los miembros de las comunidades locales, tal como ha sido pro- fusamente documentado en la etnografía de cazadores-recolectores (Bird-David 1992; Kelly 1995; Lee 1979; Wiessner 1996; Woodburn 1980, 1982, entre otros). Al iniciarse lo que en Taltal hemos denominado Arcaico iv (5.700-4.000 cal a.p.), los datos arqueológicos muestran nuevamente cambios significativos en términos de espacialidad y prácticas sociales, lo que sugiere transformaciones en los patrones de socialidad y síntomas de diferenciación social al interior de las comunidades locales. Uno de los elementos característicos de estos cambios es la aparición de arquitectura residencial en piedra (Figura 8) en toda la costa

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