Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

TRAYECTORIA HISTÓRICA Y COMPLEJIDAD – 55 A inicios del Holoceno Medio las ocupaciones residenciales se desarrolla- ron en estos espacios abiertos, ocupando superficies más extensas que la de los aleros3. La nueva espacialidad de la ocupación residencial inaugurada en Morro Colorado y Copaca 1 podría eventualmente indicar un aumento demográfico o bien unidades sociales co-residentes más numerosas. Pero lo cierto es que dan cuenta que las prácticas domésticas y cotidianas de sus habitantes ocurrieron en contigüidad espacial, intensificando de esta manera las relaciones de inmediatez del grupo (Bird-David 1994; Ingold 1999), las que promueven prácticas de “reci- procidad generalizada” (Sahlins 1972) en su interior. Las condiciones espaciales del Arcaico ii y su respectivo patrón de socialidad se vieron nuevamente modificados a contar del 7.500 cal a.p., cuando se inicia en Taltal lo que hemos denominado como Arcaico iii (Salazar et al. 2015). Uno de los principales cambios se advierte en la estratigrafía del propio sitio Morro Colorado, a partir de una importante discordancia erosiva que corta los depósi- tos previos (Figura 5). La discordancia corresponde a una excavación antrópica ocurrida a inicios del Arcaico iii, la cual removió parte de los depósitos del Ar- caico ii con el objeto de habilitar un espacio habitacional “semi-subterráneo”, en el cual se configuraron sucesivos pisos ocupacionales asociados con fogones formatizados y sectores diferenciados de basuras secundarias (Figura 6). Figura 5. Esquema de la estratigrafía de un perfil de Morro Colorado mostrando la discordancia erosiva de origen antrópico que socava los depósitos correspondientes al Arcaico II.

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