Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur
TRAYECTORIA HISTÓRICA Y COMPLEJIDAD – 47 Sin desmerecer la importancia indiscutida de estos aportes, uno de los pe- ligros de los estudios sobre complejidad en cazadores-recolectores es una ten- dencia tipológica hacia la reificación del concepto “cazadores-recolectores com- plejos”. Un énfasis desmedido en las definiciones de “tipo(s)” de sociedad o en la caracterización teórica y universalista de la complejidad social en cazadores- recolectores podría llevarnos a desconocer la variabilidad de expresiones que adquirió la complejidad en sociedades específicas en determinados momentos de su trayectoria cultural (Kim y Grier 2006; McGuire 1983) 1 . La distinción pro- puesta por Hayden (1995) entre sociedades igualitarias, transigualitarias y estra- tificadas constituye un aparente avance, pero aún muy insuficiente para capturar adecuadamente la variabilidad cultural de los grupos cazadores-recolectores. Por eso preferimos seguir a Yacobaccio (2006: 306) cuando argumenta que la com- plejidad social en cazadores-recolectores “puede tener muchas configuraciones y una gran variabilidad, dado que es una propiedad emergente de ciertas trayecto- rias sociales, históricas y ambientales”. Dado que la complejidad no es una condición ni necesaria ni irreversible (Ames 2013; Kaner 2011; Price 1995; Rowley-Conwy 2001), y que puede ex- presarse de modos diferentes en diversos contextos sociales e históricos, con- sideramos que la proyección al pasado de modelos derivados de la etnografía comparada o incluso desde la etnohistoria debe manejarse con reserva (Grier 2017; Wobst 1978) 2 . Por supuesto que toda inferencia en arqueología tiene un componente analógico, y la etnografía y la etnohistoria son fuentes principales de tales analogías (Wylie 1985). No obstante, también es importante que las modalidades de organización social del pasado sean inferidas desde los pro- pios datos arqueológicos, de modo de que estos actúen como “resistencia” a los modelos teóricos, para evitar de esta manera el círculo vicioso denunciado por Wobst que en última instancia conduce a invisibilizar la diversidad de las trayectorias históricas locales (Finlayson y Warren 2017; Kim y Grier 2006). Por lo tanto, más que buscar rasgos “universales” de complejidad social o pro- yectar directamente modelos de organización social desde la etnografía y la etnohistoria al pasado, consideramos que la arqueología debe encontrar estra- tegias alternativas que le permitan observar independientemente los procesos históricos locales de constitución y transformación de los sistemas sociales de grupos cazadores-recolectores (Grier 2017; Sassaman y Holly 2011), contribu- yendo de este modo a la teoría antropológica mediante una apreciación más cabal de la diversidad de este tipo de sociedades, de sus trayectorias históricas particulares y de la propia complejidad social (Finlayson 2017).
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