Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

38 – iguales pero diferentes de la red de pozos de sondeo realizados en siete de las ocho comunidades locales identificadas. Dicha red nos permitió así abarcar estas comunidades en toda su extensión, de una forma eficiente y poco invasiva, generando muestras represen- tativas para de cada una de estas y comparables entre sí. Nos es posible decir entonces que la población que habitó Isla Mocha desde alrededor del 1000 d.C. en adelante practicó una economía que combinaba la producción de alimentos (cultivo de maíz, quinoa, poroto; manejo de caméli- dos) con actividades de caza, recolección y pesca. A la vez estas mantuvieron contactos con las comunidades continentales de modo de proveerse de distintos bienes tales como ciertas materias primas líticas (obsidiana, sílice, turquesa) y artefactos de metal en distintas aleaciones, estos entre los más evidentes. Por tan- to, la evidencia apunta a que cada una de estas comunidades habría desarrollado una existencia autónoma en lo referido a la subsistencia, a la vez que la mayoría de ellas lograría acceder –en mayor o menor grado– a bienes que podríamos considerar de prestigio. Por tanto, para estos casi 700 años de historia isleña (1000-1687 d.C.), la información apuntaría hacia la existencia de una sociedad afín a aquellas deno- minadas trans-igualitarias. Es decir, en las cuales si bien podemos identificar ele- mentos de diferenciación social que pudieran estar hablándonos de diferencias de status, estas no generan una desigualdad evidente en cuanto a poder y refle- jadas en jerarquización social. Dicho de otra forma, que ninguna comunidad estaría logrando acaparar o controlar bienes de una forma tal que gatille trans- formaciones sociales más profundas, o al menos no de una forma que nosotros podamos detectarla materialmente o con las herramientas metodológicas y ana- líticas desplegadas. En este contexto, como ya se señaló en la Discusión, P5-1 y P23-2 destacan como las dos comunidades más peculiares y que más parecieran estar distinguiéndose de las otras. Dado esto no nos es posible ubicar a las comunidades locales isleñas respecto a un eje de jerarquía, donde unas fehacientemente den cuenta de haber concen- trado el poder social. Sin embargo, no podemos descontar la posibilidad de que la sociedad bajo estudio si haya presentado algún tipo de jerarquización social, pero que esta no esté vinculada a elementos materiales, sino que refiera a aspectos más bien ideológicos. Precisamente la existencia de dichos mecanismos más invi- sibles pudieran estar representados en la plataforma y montículos, en considera- ción de que esta es un área no apropiada por ninguna comunidad. A su vez, este sería un espacio público que daría cuenta de las dinámicas de integración social que desplegaron las comunidades locales de Isla Mocha. En consideración de esto, podemos decir que la diferenciación social en Isla

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