Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur
20 – iguales pero diferentes Isla Mocha aparentemente no fue ocupada por los próximos 1500 a 2000 años. Un segundo momento, se inicia alrededor del 1850 cal a.p. (~100 cal d.C.) y se ex- tiende hasta 1687 d.C., alineado con los desarrollos culturales del continente ad- yacente. Dentro de este se enmarca una ocupación alfarera inicial no del todo bien definida culturalmente, luego el Complejo Pitrén del Periodo Alfarero Temprano (400-1000 d.C.), a continuación el Complejo El Vergel del Periodo Alfarero Tar- dío (1000-1550 d.C.) y finalmente los mochanos indígenas históricos (1550-1687 d.C.) (Palma 2016; Sánchez 1997). El fin de este segundo momento ocupacional está dado por el traslado forzoso de la población de la isla al continente (Goico- vich y Quiroz 2008). Tras este evento Isla Mocha no tuvo ocupación permanente por cerca de 160 años. Un tercer momento ocupacional es el actual y se inicia en la década de 1840, con la progresiva llegada de colonos chilenos como inquilinos y “parceleros”, quienes desde esa fecha han desarrollado principalmente una eco- nomía de agricultura y ganadería de baja escala. La investigación nuestra se con- centró, por tanto, en el segundo momento ocupacional, y más específicamente en el lapso temporal correspondiente al Complejo El Vergel. Es importantísimo mencionar que entre 1990 y 2005, Isla Mocha fue objeto de investigación arqueológica por parte del equipo liderado en distintos proyec- tos de investigación por Daniel Quiroz y Marco Sánchez (Goicovich y Quiroz 2008; Quiroz 2003; Quiroz y Sánchez 1997; Sánchez et al. 2004) 1 . Estas investi- gaciones revelaron la secuencia ocupacional de la isla, localizaron un total de 42 sitios arqueológicos e identificaron las estrategias adaptativas desplegadas por las distintas poblaciones que han ocupado esta isla a través del tiempo. Dichas investigaciones están en la base, por tanto, de todo nuestro proyecto. Por razones tanto metodológicas como presupuestarias, los materiales obtenidos en aquello proyectos no fueron considerados en nuestra investigación. En cam- bio, privilegiamos la generación de información bajo una metodología uniforme de recuperación y análisis, la que facilitase el trabajo de interpretación y compa- ración de la evidencia obtenida. La consideración e integración de la evidencia generada en los proyectos de Quiroz y Sánchez, y depositada en el Museo de Historia Natural de Concepción, es una deuda pendiente que tenemos para con la arqueología de Isla Mocha. Metodología La metodología empleada articuló tres etapas: prospección, excavación y análisis del material arqueológico recuperado. Esta descansaba en las lecciones aprendi-
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