Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur
18 – iguales pero diferentes En un sentido arqueológico, estimamos que el estudio de la diferenciación social puede ser abordado a través de la evaluación del acceso, distribución y consumo diferencial de bienes de mejor calidad, que requirieron más trabajo, exóticos o más numerosos, observables en y desde el nivel doméstico (Drennan et al. 2010; Drennan y Peterson 2012; Price y Bar-Yosef 2010). Por último, es clave reconocer que estas situaciones se dan en el tiempo y por tanto el control cronológico de estas evidencias, en tanto sus cambios como su estabilidad, es fundamental. En el marco de los proyectos nsf bcs-0956229 (2009-2010) y fondecyt 3130515 (2013-2015) investigamos las dinámicas y características que toma la orga- nización socio-política, en cuanto a los procesos de diferenciación e integración social, en el ámbito de sociedades trans-igualitarias y cacicales simples. Nuestro marco temporal y cultural de estudio estuvo dado por el desarrollo del Complejo El Vergel del Sur de Chile (1000-1550 d.C.); nuestra área de investigación especí- fica correspondió a Isla Mocha. Es clave mencionar también la importancia que cobra el registro etnohistórico en este caso, para abordar estas problemáticas a una escala regional y local. El complejo El Vergel en Isla Mocha El Complejo El Vergel corresponde a la unidad histórico-cultural empleada para dar cuenta de los grupos humanos que habitaron el territorio de islas, costa y valle de las cuencas de los ríos Biobio, Imperial y Toltén, desde alrededor del 1000 d.C. y hasta el arribo europeo en 1550 d.C. (Aldunate 1989; Bullock 1970; Dillehay 1990; Menghin 1959-60). Sus elementos diagnósticos –y que permiten distinguirla de la unidad previa, el Complejo Pitrén– están dados por la apari- ción de la decoración cerámica rojo sobre blanco, un cambio y diversificación de los patrones funerarios (urnas, cistas, canoas, montículos y entierros directos extendidos), el desarrollo de una tradición de trabajo de metales local, la imple- mentación de o mayor énfasis en cultivos, la construcción de arquitectura públi- ca (montículos) y un posible manejo de animales (camélidos) (Aldunate 2005; Bahamondes 2009; Campbell 2004; Dillehay 2007; Navarro y Aldunate 2002). A esto se suma un muy seguro sedentarismo y aumento poblacional, dado que los sitios de este lapso temporal son los más ubicuos y extensos de la prehistoria local. Sin embargo, pese a lo sugerente de esta evidencia, ha existido un déficit respecto a enfoques que salgan del canon histórico-cultural y/o de lo descrip-
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