Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur
174 – iguales pero diferentes 1989; Cremonte 2003; González y Núñez Regueiro 1962). En cambio, la región de mi estudio carecía de clasificaciones cerámicas espe- cíficas para la época presantamariana, no había allí una historia cultural bien es- tablecida y no se distinguió ninguna cultura local o estilo propio del primer mi- lenio ec. En eso difiere de otras regiones del Noroeste argentino para las cuales –durante los años 1960 y 1970– se crearon las principales culturas arqueológicas hoy conocidas. No obstante, el área no se libró de preconceptos. De hecho, la imagen que se tiene todavía hoy de los estilos cerámicos prediaguitas se ha mol- deado sobre lo que se conocía de Hualfín. Ello queda de manifiesto en el cuadro cronológico de la Figura 2 (arriba), donde para al primer milenio ec se atribuye al valle de Santa María y Calchaquí los mismos estilos y culturas que en Hualfín. Dicha atribución fue examinada a partir de mis estudios en el área. Por falta de fechados, en la etapa inicial de la investigación y de una manera provisional, me tomé “la libertad de hablar del primer milenio A.D.” (Scattolin 2003:66), y consideré al Período Formativo también en un sentido amplio, que comprendía provisoriamente los componentes arqueológicos agroalfareros en- tre el año 500 a. C. hasta el Período de Desarrollos Regionales o Período Tardío, cuyo comienzo se postula hacia el 1000 ec (Greco 2012). De esa manera buscaba restringirme al contenido temporal del término y despojarlo de los rasgos evolu- tivos que acarreaba el concepto de Formativo, ligado a la periodización de Núñez Regueiro (1974) (Figura 2, centro). Usar la frase “primer milenio ec” me permi- tía evocar el período Formativo sin tener que afiliarme a expresiones cargadas de supuestos teóricos implícitos o explícitos. Al carecer de tipologías propias, también los nombres de tipos más usados en las clasificaciones de materiales cerámicos “presantamarianos” fueron toma- dos preferentemente de la zona de Hualfín y Alamito. Pero si los nombres de Figura 2. Arriba: Cuadro cronológico de Alberto Rex González de 1963. A los valles de Hualfín y de Calchaquí (recuadro punteado) se les atribuyen las mismas culturas, originalmente definidas en el primero. Centro: Periodización de Núñez Regueiro (1975). Ninguna de las culturas mencionadas para el Formativo Inferior y Medio es propia de los valles de Santa María, del Cajón o de Aconquija. Obsérvese el recuadro singular de Formativo Medio adjudicado con exclusividad a una sola entidad cultu- ral: Aguada. Abajo: Cartel autógrafo de José A. Pérez Gollán redactado para usar en la catalogación de las colecciones arqueológicas depositadas en el Museo Etnográfico. A esos fines prácticos, la única cultura que ocupa el lapso entre el 600 y el 1000 ec es la de Aguada.
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