Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

LOS TÚMULOS DE AZAPA – 141 La información bioarqueológica que arroja los estudios de población ha- lladas en los túmulos señala que las personas que se enterraron en los túmulos fueron de distintas categorías etarias: lactantes, infantes, jóvenes y adultos, pre- sentan deformación craneana de tipo circular, tabular erecta y oblicua. Al anali- zar la estatura de las poblaciones a través del tiempo vemos por ejemplo que las poblaciones de túmulos Az-70, tienen una estatura en el caso de las mujeres que va de 1.50 cm. a 1.60 cm., a diferencia de los hombres que alcanzan una estatura máxima de 1.66 cm (Soto-Heim 1987; Muñoz 2004; Muñoz et al. 2016). Respecto a las enfermedades y patologías óseas, en cuerpos masculinos de Az-70, se observan artropatías que dañaron la columna lumbar. Los cambios de altitud y las características abruptas que presentan el terreno de la costa y los va- lles bajos, posiblemente implicó que el desplazamiento de los seres humanos en estos espacios debió repercutir considerablemente en su estructura esquelética (Standen 1991). Otras lesiones diagnosticadas fueron fracturas nasales y de crá- neo a la altura de los huesos occipital y frontal, las que probablemente se vincu- lan con problemas de violencia intergrupal (Standen et al. 2007). Finalmente, en tejido blando fueron detectados casos de neumonía y patología gastrointestinal (Allison 1989). En cuanto a la mortalidad vemos una alta frecuencia de lactantes e infantes, en algunos casos en el momento de nacer junto a su madre. Las razones de estas muertes podrían deberse al proceso de adaptación a una nueva dieta –consumo de productos agrícolas-, lo cual habría implicado una serie de factores de riesgo; otra razón según Silva-Pinto (2014) pudo haber sido complicaciones del parto o haber contraído enfermedades metabólicas e infecciosas. Similares índices de mortandad se han observado en los cementerios del Morro de Arica y desem- bocadura de río Camarones en las poblaciones Ca-15, que caracterizan el proce- so agrícola temprano en dicho valle (Allison 1989; Muñoz 2004; Muñoz et al. 2016). Según Watson y Arriaza (2014), la incorporación en la dieta de cultígenos habría tenido consecuencias significativas para las poblaciones de los valles ari- queños, marcando una diferencia entre los residentes de la costa y los que se asen- taron al interior de los valles. Plantean que los patrones de salud bucal entre las poblaciones de valle y costa fueron muy marcados, reflejando diferentes estrate- gias de adaptación y subsistencia. En el caso de las poblaciones de valle las pato- logías habrían resultado del alto consumo de carbohidratos a diferencias de los grupos costeros cuya dentadura fue afectada en menor grado puesto que su dieta estuvo dada por pescados y mariscos, produciendo en el caso de los moluscos un desgaste en los dientes como consecuencia de una dieta abrasiva.

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