Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

124 – iguales pero diferentes preponderancia y son un aspecto primordial dentro de la constitución de los su- jetos, no obstante la segregación entre cuerpos y cabezas que promueve tal arte rupestre. Esta diferencia se ve ampliada por el hecho que los campos relacionales de estas cabezas tiaras son diferentes de aquellas de tiempos Diaguita. En primer lugar, ellas no se disponen al interior de los espacios públicos, sino que en espacios residenciales. Segundo, ellas sólo aparecen representadas en soportes rocosos y no en alfarería. Finalmente, y más relevante, las cabezas tiaras no se ubican en puntos centrales que medien entre diferentes espacios, careciendo, por tanto, de la princi- pal característica que define a las cabezas Diaguita. Esto indicaría que los sujetos con capacidad de mediación y asociados a la representación de cabezas serían pro- pios a los conjuntos Diaguita y en caso alguno anterior. Por otro lado, las prácticas funerarias y el complejo alucinógeno también da cuenta de cómo los líderes Diaguita se relacionan con un concepto particular de persona. Al respecto, aunque no se observa una clara separación y diferenciación social en las tumbas Diaguita, el análisis de estos espacios mortuorios muestra que si bien todos los sujetos suelen compartir la alfarería, no todos presentan implementos del complejo alucinógeno (espátulas y recipientes), los que por el contrario, son escasos en el registro. Esta situación, pensamos, estaría segregando a algunos sujetos dentro de estos espacios por tales ofrendas, lo que no debería extrañar, por cuanto, estos personajes con capacidades de construirse como cen- tro y mediar entre distintos actantes sociales suelen asociarse con especialistas del ámbito religioso. Si bien no es posible definirlos necesariamente como cha- manes dada la variabilidad de especialistas religiosos reconocidos en la región andina (Sullivan 1988), distintas etnografías y estudios han mostrado la posición central que tienen en las redes socio-políticas de las comunidades estos sujetos (p.e. Moore 2005; Sullivan 1988; Viveiros de Castro 2010), los que adquieren tal ubicación a partir de las dos características principales que hemos reconocido acá: su constitución como personas distintas al resto de los humanos, su capaci- dad para articular con los constituyentes no humanos del mundo. En esta misma línea, una rápida comparación de los contextos de deposi- tación del complejo alucinógeno en Diaguita (espátulas y recipientes) y Molle (pipas) muestra una clara diferencia. En el caso Diaguita, estos implementos se registran en contextos funerarios a manera de ofrenda/ajuar, estando casi total- mente ausentes en espacios residenciales. En contraposición, en Molle las pipas son recurrentes en contextos residenciales y escasos en tanto ofrendas/ajuar de en- terratorios. Esta oposición pensamos que muestra como se establece una relación distinta en la constitución de las relaciones entre personas y materiales en ambos momentos. Mientras en el caso Molle no se observa una relación directa y única

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