Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

10 – iguales pero diferentes producen –consciente e inconscientemente– la ausencia de jerarquías institucio- nalizadas, evitando con ello su surgimiento (Clastres 2013[1974]; Fowles 2018). Una segunda implicancia, es que no existe, por tanto, una sola forma de ser “no complejo” y que no podemos entender las diferencias entre estas socieda- des, ni siquiera cuando se dan en un eje temporal, automáticamente como un proceso hacia una “sociedad compleja”. Si bien como indicamos previamente, el grueso de la literatura arqueológica se ha centrado en evaluar el cambio social y cómo los distintos caminos llevan a la complejidad y el Estado, abogamos aquí por una Arqueología que se interrogue por los caminos que estas comunidades despliegan para mantener su “no complejidad”. Como bien indica Fowles (2018), la simplicidad es un proceso con su propia historicidad y tenemos múltiples di- mensiones a través de las cuales explorar los mecanismos que posibilitan que estos proyectos políticos mantengan su simplicidad a lo largo del tiempo. Por una parte, en su dimensión temporal, evaluando cómo estos proyectos políticos se expanden en el tiempo y las continuidades y transformaciones que despliegan en pos de construir y reproducir su “simplicidad”. Por otra parte, una dimensión práctico-material centrada en entender cómo las prácticas sociales, los paisajes y los mundos materiales en los que habitan estas comunidades son herramien- tas, productos y actores en la conformación, mantenimiento y transformación de esta simplicidad a lo largo del tiempo. Parafraseando a Alt (2010: 4), la sim- plicidad no es una serie de rasgos, ni un simple conjunto de relaciones en un momento particular del tiempo, sino que la simplicidad es vivida y practicada, producida y re-producida por una comunidad en un territorio particular a través de las acciones e interacciones diarias de sus participantes. Es por ello, que la sim- plicidad permea instituciones, prácticas, cuerpos, objetos y paisajes, formando, valga la paradoja, una totalidad compleja histórica y espacialmente situada. Un aspecto que parece ser relevante, y así lo muestran todos los casos de estudio abordados en este libro, hace relación con las escalas espaciales, tanto en términos de las dimensiones espaciales en las que se desarrollan estos proyectos políticos, como de las escalas analíticas que debemos utilizar para abordar el en- tendimiento de estas sociedades. Por una parte, el conjunto de relaciones prác- ticas, materiales y de distancia que se despliegan y estructuran en el espacio, son un recurso básico a través del cual estas comunidades y su ethos de la simplicidad se producen y reproducen. Por otra, estos mismos casos de estudio sugieren que se requiere necesariamente de una escala de análisis “local”, y que el tamaño de esa “localidad” se relaciona con la escala espacial en la que se desenvuelve este proyecto político. Esta “localidad” ciertamente supera la unidad doméstica, pero tendrá dimensiones diversas según cada grupo o sociedad en cuestión, en tanto

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