Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

LA CONSTITUCIÓN DEL LIDERAZGO EN LA CULTURA DIAGUITA CHILENA – 111 formación (p.e. Hayden 2001a, 2001b; Kanter 2010,), mientras que otros han re- conocido en las diferencias de sexo/género un fundamento para la construcción de sujetos políticamente distintos (p.e. Godelier 1986; Hernando 2002, 2012). En nuestra perspectiva, si bien estas características pueden ser relevantes, más nos parece destacable que los líderes requieren ser conceptualizados como un tipo de persona o sujeto particular, no sólo por el hecho de tener habilidades que posibi- litan su liderazgo, sino también por cuanto de una u otra manera su posición lleva a que ellos se segreguen de la totalidad del grupo social para conformarse como personas más especificadas dentro del entramado social, siguiendo de esta manera aspectos avanzados desde otra problemática por Hernando (2002, 2012). Este proceso nos parece sugerente, por cuanto en el largo término son es- tos procesos de generación de sujetos particulares los que bien pueden llevar a romper las lógicas comunitarias y corporativistas de estos tipos de comunidades, dando paso a sistemas más jerarquizados y verticales. Es en este contexto que la conformación de los liderazgos en estas sociedades intermedias se convierte en un tema relevante para entender el desarrollo y consolidación de la diferencia- ción y jerarquización social y política en la historia de la humanidad. Comunidades Diaguitas La Cultura Diaguita se desarrolló durante el período Intermedio Tardío (1.000- 1.450 d.C.) en el Norte Semiárido de Chile y correspondió a una sociedad agrí- cola definida por un patrón de asentamiento disperso enfocado en el uso de las terrazas fluviales aptas para el cultivo y próximos a los principales cursos hídricos de la región (Troncoso 1999; Troncoso et al. 2016). La orientación mayormente agrícola de estas comunidades se ha contrastado últimamente con estudios isotó- picos que muestran que fue en este momento que se popularizó en la dieta de las poblaciones de la región el consumo del Maíz (Zea Mays) (Alfonso et al. 2017; Becker et al. 2015). Si bien los estudios sobre asentamientos residenciales no son abundantes, los casos conocidos sugieren que estos sitios corresponderían más bien a unidades residenciales autosuficientes económicamente como lo indican industrias líticas manufacturadas sobre materias primas básicamente locales, un predominio de cerámica monocroma posiblemente de producción local dada su amplia variabi- lidad y heterogeneidad de pastas y la ausencia de bienes foráneos en estos contex- tos. A su vez, a nivel de prácticas funerarias no se observan claras diferencias en los ajuares y ofrendas entre las distintas tumbas (Pavlovic 2003; Troncoso 1999).

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