Iguales pero diferentes: trayectorias históricas prehispánicas en el Cono Sur

110 – iguales pero diferentes se funda más bien en la capacidad que presentan estos sujetos para concentrar o articular esta agencia distribuida dentro de sus campos relacionales históricos (Pauketat 2010, 2012; Robb 2010). Como bien muestran diferentes autores, la capacidad de articular con estos campos de relaciones puede ser de distintas ma- neras por los líderes y es dependiente de como se establecen las articulaciones en- tre las comunidades, los líderes y su reproducción social a través de las prácticas sociales (p.e. Clastres 1995; Eerkens 2010; Hayden 2001a, 2001b, 2009; Nielsen 2006). Esta situación implica que no existe sólo una forma de constitución de estos líderes, ni una exclusiva estrategia, tal como ha sido apelado en general en relación con la acumulación, privatización y manejo del ámbito económico por distintos autores. Al estar los liderazgos y las comunidades en un constante proceso de pro- ducción y reproducción, las dinámicas de conformación de lo social se deben efectuar en distintos ámbitos espaciales y fenoménicos. En tal sentido, tanto los espacios cotidianos como los espacios públicos se constituyen como arenas po- líticas en las que a través de las prácticas, experiencias y materialidades se ponen en juego los campos de relaciones que constituyen a las comunidades y, por ende, también sus liderazgos (Bourdieu 1977; Moore 1994). No obstante lo anterior, los espacios públicos o de agregación social son ámbitos que permiten observar con más claridad estas dinámicas socio-políticas, en tanto ellas son arenas espe- cíficamente orientadas para la conformación, reproducción y negociación de lo político y lo social (Coben y Inomata 2006; Moore 1994, 2013). Es a través de la misma espacialidad de estos espacios públicos que se promueven experiencias, relaciones y articulaciones entre los distintos actantes de una comunidad y de lo socio-político. Otro aspecto central asociado con la generación de líderes, y escasamente explorado en la literatura, hace referencia a la necesidad de la conformación de un tipo o concepto de persona específico. Los distintos estudios sobre la produc- ción de liderazgo en caso alguno han explorado esta noción, asumiendo como fundamento la existencia de sujetos individualizados sin reconocer el carácter histórico de la noción de persona y las distintas configuraciones de sujeto posi- bles de desplegarse en las sociedades humanas. De hecho, propuestas como las de los aggrandizers guardan una similitud muy cercana con la noción de los sujetos modernos individualizados y emprendedores, no obstante el carácter reciente de esta configuración de persona (Fowler 2004; Hernando 2002; Thomas 2004,). La relevancia del concepto de persona ha sido tangencialmente reconocido por algunos autores quienes han destacado que aspectos como el carisma, inteligen- cia, capacidades manipulativas, entre otros son atributos esenciales para su con-

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