Docencia y desarrollo profesional

76 DOCENCIA Y DESARROLLO PROFESIONAL: FUNDAMENTOS, DEBATES Y PERSPECTIVAS del habitus , es decir, de aquellas disposiciones duraderas que integran nuestras experiencias pasadas. Solo mirando crítica y analíticamente nuestro “saber hacer”, nuestro marco de repre- sentaciones y conocimientos profesionales, podremos desarrollar la capacidad de reflexión permanente y activa de autobservaci n y autoan lisis necesaria para el aprendizaje docente (Perrenoud, 2007). Comunidades profesionales de aprendizajes Esta práctica reflexiva no es solo personal, sino que se potencia con una dimensión colectiva, por ello el desarrollo situado y permanente de la reflexión profesional se condice con los prin - cipios de las comunidades profesionales de aprendizaje, cuya finalidad es aprender colectiva - mente para mejorar la propia pr ctica educativa y colaborar, de esta forma, en el incremento de los aprendizajes de los y las estudiantes. Para una comprensi n global de una comunidad profesional de aprendizaje, siguiendo a Cantón y Tardif (2018), se pueden identificar los siguien - tes elementos de base: ▪ Tener en el centro el desarrollo de docentes y estudiantes. ▪ Proponer el trabajo colaborativo entre pares para intercambio y mejora de pr cticas pedag gicas. ▪ Gestionar la generaci n situada de conocimiento a partir de la investigaci n y nuevas experiencias. ▪ Focalizar su quehacer en la innovaci n para la transformaci n pedag gica. Desde esta perspectiva, el conocimiento se entiende como un proceso de construcci n co- lectiva que surge desde la experiencia y el saber de todos y todas quienes participan en un espacio com n. Como se ala Racionero y Sarradel (2005), las interacciones que se llevan a cabo mediante un di logo igualitario, democr tico y horizontal, en el que todas las personas tienen las mismas posibilidades de intervenir, constituyen la base para el aprendizaje humano y un instrumento fundamental para consensuar acciones comunes en vistas a la superaci n de desigualdades. Las comunidades profesionales de aprendizaje, desde una perspectiva centrada en los y las docentes, pueden definirse como un grupo de personas que comparte y reflexiona críticamen - te sobre su pr ctica en forma sistem tica, colaborativa e inclusiva con foco en el fortalecimien- to de los aprendizajes de los y las estudiantes (Mitchell y Sackney, 2000; Bolam et al ., 2007). Pe a (2019) agrega que estas comunidades se constituyen como un espacio comunitario des- de y para la transformaci n de las pr cticas pedag gicas y la acci n colectiva docente a través de ciclos de indagaci n que promuevan la experimentaci n en la acci n. Esto implica, desde la perspectiva de un centro educativo, instalar una cultura y una política interna que permitan la colaboraci n entre pares, con los tiempos necesarios y los temas per- tinentes a indagar, reflexionar y decidir, con miras a la mejora del aprendizaje de todos y todas. En este sentido, es prioritario establecer un cambio de paradigma hacia la colaboraci n (Bolí- var, 2008; Escudero, 2011). Finalmente, no solo se debe considerar la reestructuraci n de la organizaci n para el desarrollo de comunidades profesionales de aprendizaje, sino tener a la base la necesidad de fortaleci- miento de habilidades de observaci n y retroalimentaci n entre pares, di logo pedag gico, reflexión en torno a teorías y creencias, y habilidades de indagación pedagógica que potencien el trabajo de los y las docentes acompa ados/as por equipos de liderazgo que contribuyan al desarrollo profesional docente (Pe a, 2019).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=